Aparecen conflictos religiosos, especialmente
entre los alumnos de origen musulmán, relacionados con las comidas, los
horarios, etc. Hay poca o nula implicación familiar en las tareas escolares y
una falta de integración del alumno inmigrante debido a las ausencias
reiteradas en clase o porque no recibe el apoyo que realmente necesita para
avanzar.
Jesús
Salinas Catalá afirma que la “escuela es un espacio privilegiado donde, frente
a las desigualdades exteriores (laborales, de vivienda, sociales,...) que la
escuela no puede solucionar, por lo menos puede y debe proporcionar un ambiente
de razonable igualdad donde poder practicar relaciones de intercambio y de
enriquecimiento cultural”. La escuela debe servir para que la diversidad
cultural no se utilice para diferenciar sino para plantear actuaciones
dirigidas a enriquecer a la persona, basándose en las diferencias de cada uno
de los individuos con distintas culturas dispares a la nuestra, con una forma
distinta de pensar y de sentir, pero con los mismos afanes e inquietudes por
aprender y de enseñar. La escuela debe ser un lugar en el cual se fomente una
inquietud por conocer y respetar la cultura de todas las personas con las que convivimos. “La escuela debe fomentar un modelo de
sociedad donde las relaciones entre los hombres y mujeres que la conforman se
basen en el respeto, la tolerancia y la igualdad; donde se expliquen y conozcan
los valores de cada cultura; y donde la identidad del otro no quede eliminada
por la cultura teóricamente superior”.
Estamos ante
un proceso lento y con el que se pretenden alcanzar grandes metas. El
profesorado debe desarrollar una conciencia crítica, estar en constante
formación y reflexionar a cerca de la manera de hacer y de estar en las aulas y
fuera de ellas, debemos asumir el fenómeno de multiculturalidad que estamos
viviendo y darnos cuenta de lo positivo que puede haber en ello si sabemos como
llevarlo. Para que el profesorado pueda afrontar esta situación debe
ofrecérsele una formación para que desarrolle una competencia cognitiva en esta
temática, un conocimiento y compromiso respecto a la educación multicultural,
un conocimiento de las culturas con las que va a estar en contacto y una
competencia pedagógica, ha de saber como actuar, aunque también debe contar con
un equipo de apoyo. El profesor no está solo en este proceso.
Es
necesario crear las condiciones necesarias para que en todas las escuelas se de
una convivencia armoniosa entre personas con diferentes culturas, religiones,
razas, formas de pensar…Desde la escuela podemos trabajar profundamente para
todas las personas que de allí salgan, tengan una mente abierta capacitada para
valorar la riqueza que supone convivir con diferentes culturas.
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