Todos, en
algún momento de nuestra vida y en más de una ocasión, para bien o para mal,
tenemos que pasar por las manos de profesionales de la medicina y por
hospitales, centros de salud e incluso quirófanos y salas de operación, así
como toda una serie de profesionales especializados en diferentes áreas
(oftalmología, podología, psicología, etc). A la vez, debemos saber que vivimos
en una sociedad y en un momento histórico donde la privacidad casi no existe, o
mejor dicho, donde se trabaja muchísimo con la información de todo tipo. Es la
era de la comunicación y de la información, sin duda, lo que ha facilitado
mucho las cosas, a la vez que ha cambiado el modo de cómo actuamos con respecto
a ellas y cómo funciona la administración tanto pública como privada.
En el
ámbito de la salud, hay mucha información relativa a los pacientes que no se
puede omitir y que, por el simple hecho de acudir al médico, realizar cualquier
tipo de análisis o someternos a una operación, generamos. Esa información forma
parte de una base de datos que a día de hoy se encuentra digitalizada para que
sea aún más fácil acceder a ella, modificarla y añadir datos cuando sea
necesario por motivos de peso. La información a la que los profesionales pueden
acceder y que recoge todos los datos de los pacientes y de la población se
encuentra en lo que se conoce como el historial clínico, o la historia clínica,
que al estar tratada de forma digital asume en su denominación "digital".
Veamos a
continuación qué es exactamente y si existe alguna alternativa privada a este
tipo de bases de datos y de historiales tan relevantes e importantes para el
paciente.
¿Qué es la historia clínica digital?
Se
entiende por historia clínica digital toda la recopilación de información de
tipo médica perteneciente a un paciente que, como su propio nombre indica y
como ya hemos comentado más arriba, se encuentra en formato digital o
electrónico, estando almacenado en el sistema de datos de un ordenador o de un
servidor para que tengan acceso los profesionales con facilidad y puedan
atendernos con propiedad y fundamento, así como asistidos e informados para
saber en todo momento ante qué tipo de paciente se encuentran para que no pueda
haber confusiones y/o errores por falta de datos o por el desconocimiento de
los mismos por parte de los médicos y del personal sanitario.
Entre los
diferentes datos que se recopilan y se recogen podemos destacar los siguientes:
en primer lugar, información personal del tipo nombre, apellidos, número de la
seguridad social y demás aspectos básicos del paciente. En segundo lugar, los
diagnósticos que se le han practicado, los medicamentos que toma o se le
recetan en caso de que así sea, las pruebas que se le han realizado a lo largo
de su vida o con respecto a algún tema concreto, si tiene o no alergia a los
medicamentos o a algo, las vacunas que se le han puesto y las que falta por
ponérsele, así como los planes de tratamiento que hay que llevar con él y demás
datos o aportes de carácter relevante para el historial clínico.
Debemos
saber que cualquier profesional y proveedor del servicio de salud puede ver y
utilizar la información y el historial clínico digital de cada paciente para
tratarle con exactitud y con eficacia y seguridad, sin fallar ni errar en su
toma de decisiones y en sus acciones para con la salud y el estado de este.
¿Existen alternativas privadas a la
historia clínica digital?
A día de
hoy muchos no son conscientes de ello, pero sí existen alternativas privadas a
la historia clínica digital y a nuestra información médica o relacionada con
nuestra salud. Podemos encontrar diferentes sistemas y varias alternativas en
el mercado para recoger nuestro historial clínico electrónico y aprovechar
todas las ventajas y todos los aspectos de importancia que son propios de este
y que no debemos obviar ni olvidar, porque se podría decir que a día de hoy son
algo imprescindible en nuestra vida e importantísimo para los profesionales y
para los expertos.
Podemos
encontrar tanto alternativas públicas como privadas al historial clínico y al
lugar en el que se almacenan nuestros datos y nuestra información, lo que no
quita que ya haya una gran parte de dicha información que esté guardada en el
historial clínico digital público al que solo tienen acceso los profesionales.
Como ya hemos comentado, es algo muy importante que no significa una falta de
privacidad, ya que la ley garantiza la protección de datos de los usuarios y de
los pacientes. Los datos permanecen secretos y exclusivos para los médicos o
los expertos en el momento en el que los requieren para su actividad o para
realizar un diagnóstico. Ya hemos comentado que es algo muy importante y que no
puede faltar, por el propio bien de los pacientes.
Ahora ya
conocemos la definición y la utilidad del historial clínico electrónico, así
como que hay alternativas pública y privadas en las que podemos confiar. En
cualquier caso, lo que debemos tener en cuenta y asimilar es que no hay riesgo
alguno para los pacientes ni para las personas en lo que respecta a la
privacidad y al uso de los datos, pues ese tema está muy controlado y regulado
para evitar problemas.
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