CREATIVIDAD Y JUEGO

Evolución del Juego en la sociedad

El juego es una realidad que acompaña al hombre desde que éste existe. Se practicó en las antiguas culturas del Oriente Medio. Se instaló en la civilización greco-romana, para trascender al Medievo y pasar del Renacimiento a la época contemporánea, hasta alcanzar nuestros días. El juego no es exclusivo de ningún periodo histórico, ni de la sociedad rural o urbana. Tampoco de los países desarrollados. Se juega en todos los países, incluso en los de más bajo nivel de vida.
Reventós y Carner

Hoy en día el niño se permite el juego porque necesita explorar el entorno que le rodea para descubrirse a sí mismo y a los demás. Este juego exploratorio-espontáneo va dejando paso, por imperativos sociales, al juego reglado y a los juegos específicos que limitan realmente la capacidad lúdica. De esta manera vamos cerrando barreras hasta que el adulto tiene prácticamente bloqueadas las puertas de la sensibilidad, de la risa, del disfrute natural y evasivo. Cada vez necesita más de elementos externos para hacer frente a la vida cotidiana.

A lo largo de nuestra historia, la parte lúdica de la experiencia humana ha querido ser ocultada. La búsqueda de lo utilitario, de una economía de mercado, de un desarrollo incontrolado y a veces descontextualizado de la tecnología, pueden ser la causa de este olvido del tiempo que los humanos han dedicado a lo imaginario. Ese miedo a la fantasía, a la libertad del ser humano, es lo que ha extinguido el juego y la fiesta, tratando de reglamentarlos en todas sus manifestaciones.

Hay que volver a abrir las puertas y ventanas de la conducta, ayudarnos a re-descubrir lo lúdico, la risa, el placer, la alegría... es el gran reto que tenemos por delante.


Perdida de la diversión

Para muchos adultos jugar es cosa de niños, la creencia del juego como algo propio de una fase a superar y no como parte del ser humano está muy extendida. Así, se asocia el juego a algo poco serio, propio del ocio o infantil. Es natural que con el paso de los años el juego vaya cediendo tiempo a otras actividades (estudio/ trabajo) pero socialmente se ha estigmatizado todo juego o actividad no regulada en perjuicio de la salud mental y creatividad básica. Los adultos nos autolimitamos mucho, necesitamos de confianza, identificación, familiaridad y de muchas otras cosas antes de comenzar, tímidamente, a divertirnos.

Se está comenzando, ya desde niño, a planificar demasiado el tiempo libre, clase de judo, clase de deporte, clase de informática... y al final el tiempo libre ha dejado de ser tiempo libre y gratificante y se convierte en una serie de actividades cuasi obligatorias. El ocio es algo que se hace libremente, en el momento que se quiera, con quien se quiera.

Muchos adultos se sienten incómodos ante la creatividad y sus expresiones. Tal vez porque ellos mismos no se sienten creativos, no entienden o han perdido la capacidad de jugar. El juicio constante, el temor al fracaso y al ridículo, el seguir las normas sin espíritu crítico y las autoimpuestas son barreras sociales y personales de no poca envergadura.

La creatividad es incompatible con los premios y castigos, tanto internos como externos. Hacer algo para ser recompensado significa que todo el orden de la actividad, y la energía que necesita, están determinados por exigencias arbitrarias, ajenas a la actividad creativa misma... El estado de apasionamiento y tensión vibrante que acompaña a la actividad creativa muere... El establecimiento de metas y esquemas de comportamiento... produce una estructura de conocimiento rígido que bloquea el juego libre del pensamiento y el movimiento libre de la conciencia, que son necesarios para que actúe la creatividad
Bohm y Peat


El Juego creativo

Uno de los tipos más importantes de actividad creativa es el juego creativo. El juego creativo se expresa cuando se utilizan materiales familiares en nuevas maneras o de formas poco usuales. También cuando se interpretan papeles y juegos imaginativos.

Nada da refuerzos al espíritu creativo y alimenta el alma como grandes bloques de tiempo durante el día destinados a juegos espontáneos e inventados. Mucha gente subestima el valor del juego en la vida, olvidándose de que los juegos fomentan el desarrollo físico, mental y social. Los juegos también ayudan expresarse, a enfrentarse con los sentimientos, ayudan a desarrollar la perspectiva única y estilo individual de la expresión creativa. Además, los juegos son una oportunidad excelente para integrar y sociabilizarse.

La meta es estimular los juegos y animar la satisfacción jugando con otros o con uno mismo. Prestar atención al juego, planearlo y darle vida. Aprender como extender el juego con comentarios y preguntas. Intentar estimular ideas creativas animando nuevas formas de utilizar nuestros recursos y materiales. Intenta mantenerte abierto a ideas nuevas y originales y a buscar más de una solución o respuesta. Evitar los juegos y las actividades que explican todo y no dejan nada a la imaginación.

El temor al ridículo, a equivocarse, a mostrarse incapaz ante los demás, lleva a algunos a no realizar intentos o a borrar lo realizado cuando no aciertan, para que no quede constancia de su fracaso. No se dan cuenta de cómo han fallado. Aún no se sienten con derecho al error ni ven en ello algo de lo que también se aprende.

El desprendimiento, desinterés y aventura nos mueve hacia lo lúdico. Solo ha de movernos las ganas de hacerlo (jugar;) pues lo lúdico atrae y estimula. Cuando alguien se deja arrastrar por el presente y el aquí y ahora sin preocuparse por la consecución de metas a medio o largo plazo, estamos desarrollando actitudes de diversión, olvidando estereotipos y normas, actuando libremente, ese es el verdadero JUEGO.

El juego como juego es el fin del juego, el juego no tiene ningún otro fin que el juego en sí, empieza y acaba en el juego, no sirve para nada y ese es su gran valor: el no servir para nada.


Otros Juegos

Unos juegos son más favorecedores de la imaginación, otros permiten mejorar la fluidez, realizar asociaciones, elaborar símiles y metáforas, desarrollar la expresión gráfica, corporal y otros elementos que se consideran facilitadores de la creatividad.

Otros juegos son repetitivos, provocan que se haga lo mismo muchas veces, para adquirir determinados hábitos y habilidades con el ejercicio. En este y otros casos el propósito del juego no es crear, ni tiene por qué lograrse en él algún resultado creativo, etc. (sin que por ello halla que prohibir toda posibilidad al respecto), sino llegar al dominio de una ejecución.


Beneficios del Juego

La creatividad fomenta el crecimiento mental porque provee oportunidades para explorar la realidad, ensayar nuevas ideas y probar nuevas formas de pensar y de solucionar problemas. Las actividades creativas ayudan a reconocer y a celebrar el aspecto único y la diversidad de las personas así como también ofrecer oportunidades excelentes para individualizar sus actos.

El juego favorece un espacio para lo espontáneo, en un mundo donde la mayoría de las cosas están reglamentadas. Los juegos le permiten al grupo descubrir nuevas facetas de su imaginación, pensar en numerosas alternativas para un problema, desarrollar diferentes modos y estilos de pensamiento, y favorecen el cambio de conducta que se enriquece y diversifica en el intercambio grupal. El juego rescata la fantasía y el espíritu infantil tan frecuentes en la niñez. Por eso muchos de estos juegos proponen un regreso al pasado que permite aflorar nuevamente la curiosidad, la fascinación, el asombro, la espontaneidad y la autenticidad.

Todo aprendizaje efectivo, resulta de la superación creativa
de un momento, o etapa de confusión o caos. Abarcando todas las áreas de
la realidad de la personas.

M. Sorín

En este sentido, la creatividad es el motor del desarrollo personal y la base de todo progreso y de toda cultura. Pues el juego sirve para aprender a observar el exterior y a registrar lo que produce en nosotros, en lo profundo de nuestros afectos.

El tiempo es una de las dimensiones más extrañas y manipulables. “Notamos” de forma diferente el paso del tiempo en la ciudad, en el campo, cuando nos divertimos o cuando lo pasamos mal. Ese es también, uno de los efectos del juego: el convertir el espacio y el tiempo en espacio y tiempo humanos.


¿Cómo recuperar la diversión?

La creatividad nace del movimiento del cuerpo y se desarrolla a partir de aquí. Hay que volver a encontrarse con el propio cuerpo, sin vergüenzas, críticas o prejuicios para potenciar desde la base una creatividad saludable.
Eugenia Trigo Aza

Se hace necesario la práctica real e improvisada y no el establecimiento de pautas. Es la diferencia entre la teoría y la práctica, porque la educación nos ha llevado allí, nos ha llevado a la teoría y a esconder nuestro cuerpo. Nos ha llevado a meternos en nosotros mismos y hablar sin haber vivido ni experimentado.

Tenemos que ser capaces de disentir de lo establecido, diverger de lo establecido y distendernos mental y físicamente, con nosotros, con los demás. Este es el verdadero espíritu de la creatividad.

Del inconsciente, no de lo conceptual, provienen todas esas capacidades de disfrutar, de fantasear, de ser creativos, de holgazanear, de no hacer nada, de perder el tiempo, de ser espontáneo y la capacidad de jugar. De dejarse llevar por el cuerpo, por sus necesidades y placeres.


Conclusión:

El juego es una actividad inútil. Y sin embargo el cuerpo quiere siempre volver a él. Porque el juego, sin producir ninguna utilidad, produce alegría. Felicidad es jugar. Porque con el juego nos encontramos con aquellos que amamos. Con el jugueteo el cuerpo hace el amor con objetos de su deseo. Puede ser cualquier cosa: leer un poema, escuchar música, cocinar, jugar al ajedrez, cultivar una flor, conversar, tocar la flauta, hacer volar una cometa, nadar, tumbarse boca arriba mirando las nubes que pasan, acariciar el cuerpo de la persona amada; cosas que no llevan a nada. Amar es jugar. No lleva a nada... Quien juega ya llegó... La única finalidad del saber adulto es permitir que el niño que vive en nosotros continúe jugando.
Rubem Alves

1 comentario :

Harry Haller dijo...

Cuando le he dicho a uno de mis alumnos de piano que haga lo que quiera, se bloquean. Miran al teclado con expresion de terror. Les digo: "debes hacerlo a diario".

La cuestion seria porque son capaces de memorizar una escala de 5 sonidos y no moverla sin pensar en nada.

La pista mas dificil de grabar en un estudio es cuando te dicen
: haz lo que quieras. Primero, porque a veces no quieren que hagas "lo que quieres"; segundo, porque si realmente lo quieren, tienes que dejarte llevar.

El temor siempre esta en la evaluacion de los demas y de uno mismo.

(y en no saber porque tu procesador de textos no pone las tildes ^^)