Elegía,
a
todas las víctimas del terrorismo
Tutoría para alumnos de
Educación Secundaria
Introducción
Habría muchas cosas de las que hablar, unas buenas, otras malas, malísimas,
pero ahora nada hay tan importante como dar gracias a DIOS TODO PODEROSO (el
señor dador de vida que todo lo ve y perdona) por haberme brindado otra oportunidad
para poderlo contar. Volver a nacer implica para todos los supervivientes, una
nueva razón de fe, motivo de alegría y alabanza
así como cantar con júbilo el salmo 27
(El señor es mi pastor, nada me puede pasar ).
El TREN DE
TODOS, lo convirtieron los terroristas, asesinos el pasado once de marzo, en
una trampa mortal, una ratonera para acabar de esta manera y de forma injusta
la vida de inocentes, ciudadanos de a pie, trabajadores, padres de familia,
personas sencillas, amables, humildes y ajenos a la política etc… acabando así
con la vida y con los sueños y proyectos de muchos inmigrantes, como yo, sin
papeles, que un día animados por el deseo de aventura y en busca de una vida
mejor, y la de sus hijos, a la que su madre patria les había negado surcaron
los mares, atravesaron océanos y llegaron a ESPAÑA, con una mochila cargado de
proyectos y con el gran sueño de poder volver algún día en sus respectivos
países o tierra que les vio nacer, una vez cumplido su misión o jubilados. Nada
ni nadie pudo cumplir sus deseos, todos
se fueron sin despedirse con ninguno de sus familiares queridos, amigos y conocidos como si de un sueño se tratase o
de un viaje relámpago a la que pronto volverían a casa. Como es el caso de nuestro hermano SAM DJOCO (el joven
africano fallecido en el Pozo de Tío Raimundo) o Luis, Francisco, Juan, Dimitri, …y todos aquellos. Mis más
sincero pésame a sus distinguidas
familias, amigos y conocidos; rezaremos
para que el señor perdone sus pecados y les lleve a la vida eterna.
El luto tiene un
solo color: LA SOLIDAIDAD. Solidaridad la que mostró toda ESPAÑA, con las
víctimas del terror de aquella trágica y sufrida madrugada del 11 de marzo. Con el lema: España
llora a sus víctimas, abajo el terrorismo, cobarde el asesino. Rezaba
una de las pancartas de los manifestantes. Esta fue para mí, un hito
significativo, que me hizo rememorar otra vez, lo sucedido en ATOCHA, aquella
triste mañana en la que salimos todos corriendo, amedrentados, asustados,
huyendo como cobardes por la explosión que sacudió los vagones; este
sentimiento de culpabilidad, impotencia de no poder remediar, ayudar o evitar
la desgracia ronda cada día en mi pobre memoria negra.
Todos, casi todos eran obreros,
trabajares, administrativos, peones, que aportaban el esfuerzo de su trabajo
diario. Ahora solamente nos queda la nostalgia, el recuerdo triste de aquellos
buenos momentos de quienes convivieron con ellos. La vida de aquellos a las que
los dictados de las leyes detestables les permitía trabajar aquí, pero sin
derecho a tener una vivienda. Para todos ellos, adiós, de todo corazón, y hasta siempre.
TUTORIA DE
SECUNDARIA
1.- Fundamentación
El terrorismo
esta pensado para aterrorizar. Esta palabra viene del latín “terrere”
que significa “causar temblor”, incorporándose al uso común, en el sentido
político, como un atentado al orden civil, en el reino del terror durante la
Revolución Francesa, a finales del ciclo XVIII. Por lo tanto, la respuesta a la
violencia (el temblor que provoca el terrorismo), es parte del significado del
término. Resulta apropiado entonces, que la definición de un terrorista, la
aportemos nosotros los testigos ( los atemorizados ) y no los que cometen el
acto. Somos nosotros (o más a menudo nuestros agentes públicos, los medios de
comunicación) quienes ponemos en los actos de violencia la etiqueta que los
convierte en terrorismo. Son actos
públicos de destrucción cometidos sin un objetivo militar definido, que
despierte una sensación extendida de miedo.
El miedo se
convierte en ira, cuando descubrimos la otra característica que acompaña a
menudo a estos actos de violencia pública. Su justificación mediante la
religión carece de todo sentido moral y ético. La mayoría de la gente opina que
la religión debería proporcionar paz y tranquilidad y no terror. Por lo vivido,
visto y oído, puedo asegurar sin miedo a equivocarme, que la religión ha aportado no sólo ideología,
sino también una motivación y estructura organizada a los autores.
El término
“terrorista” se ha asociado mas frecuentemente con la violencia llevada a cabo
por grupo privados de derechos civiles que intentan conseguir desesperadamente
una pizca de poder o influencia. Algunos de estos grupos se inspiran en causas
puramente laicas; motivados a veces por ideologías a las que realmente les
impulsa un deseo de separatismo étnico y regional: Sendero Luminoso o Tupac
Amaru en Perú, Batasuna y ETA en España, IRA en
Irlanda, etc.
Ha habido un
incremento de la violencia en todo el mundo en las últimas décadas del siglo
XX; en 1.980 la lista del Departamento de ESTADOS UNIDOS
no reflejaba apenas una organización religiosa. En 1.998, la Secretaria
de Estado Madeleine Albright enumeraba al menos unas treintena de grupos entre más peligroso del
mundo; destacaban judíos, musulmanes o budistas. De acuerdo con la cronología del terrorismo
internacional de Rand St Andrew, citado por Mark Juegermeyer en su libro
“Terrorismo religioso” la proporción de grupos terroristas aumentó de dieciséis
identificados en 1.994 a veintiséis
grupos listados el año siguiente. Por este motivo, el ex Secretario de Estado Norteamericano
Worren Christopher, dijo en una ocasión
que “los actos terroristas cometidos en
el nombre de la religión y de la identidad étnica, se han convertido en
uno de los más importantes retos de la
seguridad y a los que nos enfrentamos tras la guerra fría”. En la historia, las
tradiciones religiosas (desde las
guerras bíblicas hasta las Cruzadas y los grandes actos del martirio), la violencia ha
mantenido su presencia en la sombra que ha dado calor a los mas oscuros y
misteriosos símbolos religiosos.
Algunos
estudiosos de la religión como Emile Durkheim,
Marcel Mauss y Sigmund Freud, a lo largo del tiempo han intentado
responder a esas preguntas: ¿por qué se produce esta situación?, ¿por qué
parece la religión necesitar de la violencia, y la violencia de la religión? Ninguno desgraciadamente
halló respuesta convincente a esos interrogantes. Lo que sí es cierto que
algunos de estos actos contemporáneos de violencia a veces son justificados con
precedentes históricos del pasado
violento de la religión. Y también hay
que reconocer que las fuerzas que se combinan para producir violencia religiosa
, son particulares de cada momento histórico.
Ante este problema, nuestra sociedad debe plantear una
respuesta contundente y eficaz. Ésta, estoy convencido, ha de venir desde la
cultura, la educación y la escuela. Si buscamos un futuro mejor, más
respetuosos, igualitario y armónico, hemos de producirlo, creerlo y crearlo,
sembrando en el corazón de nuestros niños los valores del respeto y la
solidaridad, tal y como pretendemos con la Tutoría que a continuación
presentamos.
2.- Objetivos
1) Contarle a los niños la
verdad, y solamente la verdad, sobre el
mal que causa el terrorismo dentro de la sociedad pero sin herir su sensibilidad.
2) Concienciarlos para que cuando sean
mayores de edad, puedan condenar cualquier rasgo de terrorismo que descubran en
su entorno.
3) Desarrollar su capacidad de autocrítica,
para que sus actos morales sean coherentes el día de mañana.
4) Potenciar en todos ellos el sentimiento de
responsabilidad.
5) Fomentar el sentido de la
responsabilidad y el espíritu solidario.
3.- Contenidos
a.
Valores:
responsabilidad, respeto, solidaridad.
b.
Opinión
personal, libre, creativa, crítica.
c.
La
condenación de la violencia y el terrorismo
d.
Expresión
personal del sentimiento propio.
4.- Actividades
·
Organizar,
unas jornadas de sensibilización con la finalidad de crea en el niño espíritu de responsabilidad.
·
Organizar,
coloquios abiertos a fin de que cada alumno exprese libremente su opinión sobre el tema y entre
todos tratar de analizarlos conjuntamente entre todos.
·
Realizar
una alguna salida de protesta o manifestación
de rechazo condenando todo indicio de terror.
·
Proponer
un concurso de dibujo para seleccionar
el mejor y usarlo para representar la
clase en cualquiera de las manifestaciones a realizar.
La tutoría se realizará durante una hora de
clase normal . El profesor tutor introducirá
el tema con total seriedad,
sinceridad, argumentando para así, conseguir captar la atención y motivar a los
niños, con el objetivo de concienciarles sobre ese terrible mal .
Seguidamente este pasará la
palabra a los muchachos ,a fin de recavar sus puntos de vistas e impresiones
sobre lo vivido, visto y oído.
Desarrollar el tema pero sin herir el amor propio de nadie en el caso de que
estuviera allí algún niño que practique otra religión.
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