El blanqueamiento dental es un tratamiento que forma parte de la llamada odontología estética o cosmética debido a que sus beneficios son puramente estéticos sin que presente consecuencias positivas para la salud. Es un tratamiento revolucionario que permite rebajar en varios tonos el color de los dientes y cuyo éxito ha ido en aumento a para que la creciente importancia que la sociedad actual da a la imagen proyectada por una persona: unos dientes blancos y brillantes son considerados sinónimo de buena salud y juventud y cada vez son más personas que lo consideran imprescindible para el éxito personal y profesional.
El blanqueamiento dental es una técnica nada invasiva y absolutamente indolora realizada en la consulta de cualquier dentista. Además, no provoca tampoco desgaste alguno de las piezas dentales. A través de este proceso se eliminan todos los oscurecimientos dentales y manchas producidas por ciertos medicamentos como las tetraciclinas, por determinados alimentos y bebidas como el té, el café y también por hábitos poco saludables como el tabaco.
La técnica del blanqueamiento dental es efectuada en la propia consulta del dentista sin necesidad de anestesia de ningún tipo pues, como decíamos, se trata de un proceso que no causa dolor alguno y que se lleva a cabo a través del uso de ciertos geles capaces de actuar químicamente sobre el color y las manchas de las piezas dentales gracias al oxígeno que contienen.
Generalmente el proceso no ocupa más de una hora y el paciente abandonará la consulta de su dentista con un aspecto totalmente renovado de sus dientes, mucho más blancos.
En casa se debe seguir el tratamiento complementario indicado por el especialista y, en función de la severidad de las manchas, será necesario, o no, repetir el blanqueamiento a partir de los seis meses posteriores.
Como paso previo al blanqueamiento dental, y aunque siempre dependerá del estado de la dentadura de cada persona, normalmente es necesaria una limpieza bucal completa y profesional realizada también por el odontólogo a base de ultrasonidos y un cepillado profesional.
Para blanquear los dientes y evitar en la medida de lo posible su oscurecimiento posterior es necesario seguir algunas pautas como minimizar las bebidas y alimentos antes mencionados, abandonar el tabaco, lo cual repercutirá de forma enormemente favorable a nuestro bienestar general, y llevado un adecuado cuidado de nuestra higiene dental, con cepillados diarios y utilizando pastas dentales específicas que favorecen el blanqueamiento y ricas en bicarbonato sódico.
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