Liberándose del estrés


Cómo liberarse del estrés

Del estrés se ha hablado mucho, pero lo que es cierto es que tal y como dice el doctor Mario Alonso  no todos los tipos de estrés son iguales. Existe el distrés (estrés malo), este tipo de estrés nos anula; sin embargo, el eustrés (estrés bueno) nos impulsa a ser mejores. 
Sin estrés (bueno) no se puede vivir, porque es lo que nos catapulta a conseguir metas elevadas. “La salud se basa en un cierto grado de tensión, la tensión existente entre lo que ya se ha logrado y lo que todavía no se ha conseguido; o el vacío entre lo que se es y lo que se debería ser”, dice Viktor Frank. Sin embargo, la mayoría de las personas experimentamos situaciones de mucho estrés, en la mayoría de los casos malo. Lo vemos y sentimos por todos lados: en la calle, en el trabajo, por la TV, incluso hasta en nuestros propios hogares. Cuando empezamos a llevar un estilo de vida el cual nos exige más dosis de estrés, entonces es ahí cuando se vuelve más difícil deshacerse de pensamientos en forma de obsesiones, angustia o ansiedad. Corremos el riesgo de entrar en un estado de agotamiento mental. 

El estrés a veces lleva a las personas a estar pensando continuamente sobre cosas que les podrían suceder en el futuro, provocándole temores y preocupaciones, que la mayoría de las veces son innecesarios puesto que nunca llegan a hacerse realidad. Esto no nos permite respirar profundamente y sentir y disfrutar nuestro presente.

Cuando estamos en estados muy estresantes a veces nos llegamos a preocupar demasiado por las cosas que no están en nuestras manos y tendemos a enfadarnos más fácilmente. Esto puede generar en muchas ocasiones sentimientos de culpabilidad al no poder aceptar aquello que se pretende alcanzar. Por esto es necesario tomar a veces un poco de conciencia para ir un poco más ligeros. Tratar de examinarnos a nosotros mismos, para así no sobre cargarnos de estrés y aceptar nuestras limitaciones, así como al entorno que nos rodea.

Liberarse estrés

El profesor Santiago Álvarez de Mon dice al respecto: “El problema no es nuestra exposición al estrés –despertador que me saca de la somnolencia–, sino mi escasa capacidad para responder a sus demandas. Si no aprendo a vivir en la inseguridad, el estrés es un ladrón que nos roba salud, paz, alegría, tiempo y concentración. Pero no nos engañemos, el estrés es el síntoma, yo soy el problema. Matemos el síntoma -las organizaciones aburguesadas son expertas- y sus profesionales se irán muriendo lentamente mientras se deslizan por una pendiente de incredulidad y cinismo cada vez más transitada”

Un método que ayuda mucho a recuperar la paz interior y que resulta efectivo es tratar de hallar un espacio tranquilo, alejado de ruidos, donde todo deje de ser, es decir, en el que puedas olvidarte de todo lo máximo posiblede todos tus planes, ideas, preocupaciones... De esta manera tu estrés disminuirá y te ayudaran a ver mejor las cosas y llegar con más fuerzas de regreso a tu vida.

Recuerda, que no hay que vivir pensando en el ayer por las cosas desagradables que sucedieron o por el mañana con todos los problemas que me pueda traer. Una vez Platón dijo: “los mayores errores de los médicos es tratar de sanar las enfermedades del cuerpo sin hacer nada por curar las enfermedades del alma y el espíritu”.

Si usted en algún momento siente necesidad de un poco de paz y descanso para sus nervios, entonces sería una buena decisión seguir estos consejos de dejar de pensar mucho en las cosas que podrán suceder mañana o lo malo que nos paso ayer. Esto nos librará de grandes cantidades de estrés para poder disfrutar más de vivir más el presente.


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