PRINCIPIOS
BÁSICOS PARA EL AUMENTO DE LA EFICIENCIA ENERGETICA TÉRMICA.
Se considera fundamental el aislamiento térmico, en particular en todas las
aplicaciones del frío, en la que hay una diferencia muy grande de temperatura y
entre ellas, las de grandes superficies de intercambio térmico y mucho tiempo
de funcionamiento, como son los almacenes frigoríficos. El establecer
correctamente el espesor y el material adecuado del aislante, es muy
importante. Los criterios empleados pueden ser de tres tipos: técnico para que
sea correcto el funcionamiento, normativo o de obligado cumplimiento nacional o
local y económico, este último suele ser más exigente que los anteriores y
salvo algunos proyectos bien realizados, es poco usado.
Se debe distinguir entre colocar un aislante y en aislar, esta operación
entraña ejecutar correctamente la colocación del material aislante y tomar las
medidas adecuadas, para que en el tiempo las propiedades aislantes iniciales
del material se conserven. Las nuevas normas sobre los materiales aislantes
están introduciendo correcciones del coeficiente de conductividad en la
edificación, debidas a la colocación o al envejecimiento natural de algunos
materiales. En el campo del frio sobre todo en La conservación de productos
congelados, como se juntan e interaccionan los fenómenos de transmisión de
calor con los de masa o de vapor de agua, se complican mucho más las
ejecuciones del aislamiento.
En el caso de la construcción en general, el régimen de transmisión de calor se
separa del régimen estacionario, mucho más sencillo que el real, que es
variable, en el cual tiene gran importancia la capacidad térmica de los
materiales de construcción y la frecuencia predominante de la onda térmica. Las
ondas térmicas anuales penetran con gran facilidad y se retardan algunos días,
las diarias suelen entrar peor y retardarse entre 6 a 9 horas.
Las décadas o
conjuntos de días cálidos o fríos seguidos, es importante tenerlas en cuenta,
en los estudios serios de entradas de calor en las edificaciones. En general
los cerramientos, en el que el producto de la resistencia térmica por su
capacidad sea grande, son los mejores en condiciones reales (régimen
periódico), por tanto serán más eficientes energéticamente.
En la figura siguiente se ha representado la variación de la resistencia
térmica prevista en paneles de materiales de cambio de fase microencapsulado
con un vacío medio, en función de su espesor y del periodo de la onda térmica.
Puede verse que aumenta muchísimo cuando crece la frecuencia. Hay un
interesante campo de investigación por desarrollar en la construcción, pudiendo
mejorarse grandemente la eficiencia energética.
En
máquinas de producción de frío o en bombas de calor, la eficiencia energética de
las mismas va a depender de: las diferencias de temperaturas entre los dos
focos térmicos, del tamaño, del tipo de maquinaria, del sistema de regulación
de capacidad y o de los fluidos refrigerantes empleados. Basta comparar
catálogos o programas de cálculo de diferentes fabricantes de maquinaria, para
ver las diferencias.
En el caso de instalaciones de climatización más que en las de frio propiamente
dichas, influye la temperatura de condensación del fluido refrigerante, que
puede variar mucho a lo largo del día y sobre todo del año. El COP estacional,
es pues muy importante en los estudios de eficiencia térmica. El consumo
eléctrico puede variar para unas mismas producciones de frio entre un COP de 2
y 6 de promedio en un año, en función de la elección del tipo de las máquinas,
de su potencia, el número de ellas y del sistema de regulación de capacidad
elegido. El sistema de condensación por aire o por agua tiene gran importancia,
pues por cada grado que se reduzca la temperatura de condensación se aumenta la
eficiencia del orden de un 3 %. La condensación por aire suele ser superior a
10 ºC con respecto a la de agua. Las medidas al respecto que en el caso de
España recoge el RITE, tienden a aumentar la superficie de intercambio en
el caso de la condensación por aire, para contrarrestarlo, no se empleen
las torres de refrigeración, que el riesgo de la Legionela ha introducido. Si te parece interesante este sector puedes realizar un curso en climatización es la mejor vía para adquirir formación teórica y técnica.
Las temperaturas del fluido secundario y del fluido refrigerante, tienen menor
importancia, salvo que se empleen temperaturas muy bajas con mezclas
glicoladas, en cuyo caso se pierden rendimientos del orden del 3 % por ºC,
además de aparecer los problemas de subenfriamiento. Es importante el consumo
de electricidad empleado en las bombas de los fluidos secundarios, tanto en
frío con los sistemas inundados, como en climatización. No conviene sobrepasar
velocidades de fluido secundarios de 1 m/s.
El consumo de los ventiladores, que suelen emplearse en la producción de frío,
que son de tipo axial y bajo consumo, como en climatización que predominan los
centrífugos de menor eficiencia energética, es muy importante, sobrepasando del
10 al 20 % de la energía térmica movida, el calor en ellos producido es muy
importante, y hay que hacerles trabajar en la zona de óptimo rendimiento, es
decir de mayor eficacia. El diseño de conductos de aire desde el punto de vista
de eficiencia energética es pues muy importante, en las instalaciones de
climatización.
El factor de forma, en los almacenes, en las naves, y en los edificios en
general, es importantísimo. Es el cociente entre el área exterior y el volumen.
Los elementos de mayor volumen y mayor simetría central, son los mejores. En
cámaras frigoríficas pequeñas, el factor de forma suele valer 2 y en los
grandes almacenes frigoríficos puede disminuirse diez veces, por lo tanto son
mucho más eficientes.
La acumulación de calor, en general tiene gran importancia, pues permite
arrancar las instalaciones por la noche, cuando las temperaturas de
condensación son más bajas (siendo posible de paso, beneficiarse de las tarifas
eléctricas más económicas), en el caso de emplear agua (líquida) se requiere
grandes volúmenes, en el caso de emplear el hielo, hay que bajar mucho la
temperatura de evaporación y utilizar mezclas glicoladas y bombas más potentes
(de mayor consumo eléctrico). Los acumuladores de cambio de fase (PCM) a
temperaturas positivas no tienen estos inconvenientes. Los acumuladores de
cambio de fase microencapsulados y los “clatratos”, pueden ser la solución en
un futuro, pues permiten acumular mucho frio y poderlo devolver rápidamente en
las puntas cuando se requiera.
En la figura siguiente se ha representado la curva de carga de una instalación
de climatización y se le ha incorporado el sistema de acumulación empleando un
PCM en el cierre del circuito primario. Se han representado el funcionamiento
normal sin acumulación y con el acumulador en dos casos con funcionamiento de
descarga diurna con las máquinas o sin ellas. En la figura 4 se han indicado
una vista de los tanques cilíndricos de 4 m3 empleados en una gran instalación
de trigeneración empleando la acumulación de frio con PCM de 6 ºC.
Las
aplicaciones del frio son muchas y en cada una se presentan problemas
relacionados con una eficiencia energética diferente.
El aprovechamiento del frío gratuito o “free cooling” es un importantísimo
factor de ahorro energético, que junto al enfriamiento evaporativo directo o
indirecto, pueden permitir la eliminación de los sistemas de producción de frio
por compresión en múltiples aplicaciones como: casetas de telefonía, naves
industriales, polideportivos, reduciendo hasta 10 veces el consumo eléctrico.
En
general, las instalaciones que recuperen energía térmica o donde se producen o
se dispone de fuentes de calor o de frio marginales, como pueden ser el propio
frio del agua de red en: lavanderías, mataderos, el frio o calor geotérmico o
de pozos, junto a la acumulación de calor en PCM a temperaturas adecuadas
constituyen una importante mejora de la eficiencia energética.
BASES
DE UN PROYECTO DE EFICIENCIA ENERGETICA
Ante un proyecto a realizar de frio o de climatización, lo primero que se tiene
que hacer es pensar en aumentar la eficiencia energética. El técnico tiene que
hacerse esta pregunta básica en cada caso. Si quiere encontrar una respuesta
adecuada, tiene que introducir desde el principio un factor muy importante, el
costo, este puede ser inicial, a la ejecución de la instalación, o en su vida
media, incluidos los gastos previstos energéticos. En el caso de instalaciones
existentes que se quieren ampliar o mejorar su eficiencia, aparecen otros
factores complejos, tales como: espacios, obras a realizar, tiempos de
ejecución y posibles interferencias. Se debe tener muy presente que solamente
las soluciones económicas son las que se generalizan y por tanto, llevan a
importantes beneficios.
Es fácil aumentar la eficiencia energética entre un 10 a un 20 % a costos
razonables , siendo retornables las inversiones en un par de años, pero al
aumentar ese porcentaje , los proyectos requieren un mayor cuidado y por tanto
dedicación y esfuerzo, que directa o indirectamente repercutirá en los costos
del proyecto . Sólo las soluciones muy repetitivas permitirán reducir los
costos de estudio o proyecto.
Otro tipo de dificultades que se puede encontrar el técnico ante un proyecto,
son los factores futuribles, como el costo de la energía, de gran importancia,
los tiempos de funcionamiento y las posibles ampliaciones o reducciones a
realizar, tal como, va actualmente la economía, estas últimas también pueden
producirse y el costo del dinero, sobre todo esto en los países con gran
inflación.
DISCUSIÓN
GENERAL
El precio de la energía es muy complicado de determinar y ha sido un elemento
muy importante en el desarrollo económico. Hay países de economía liberal que
no lo han intervenido nunca y se ha movido de acuerdo con su verdadero valor,
otros muchos países, han visto que su control les era muy útil y que podría ser
la energía una fuente de recaudación muy importante y fácil de adaptarse a las
necesidades coyunturales. Cuando aparecen problemas unidos a la energía como
los de tipo político, de contaminación, medio ambientales, sociales, además de
los económicos, se producen problemas complejos y las soluciones no son tan
sencillas. La liberación del precio de la energía y la firma de acuerdos
internacionales están modificando mucho los condicionantes de precios y tipos
de fuentes térmicas. [35]
El vector energético por excelencia es la electricidad y hasta que no se
desarrolle otro como puede ser el hidrógeno, los cambios energéticos no van a
sufrir grandes variaciones, siendo lo más importante a realizar el mejorar las
eficiencias energéticas de las instalaciones, reduciendo los consumos y
evitando el agotamiento de los combustibles fósiles. Las energías renovables
presentan problemas inherentes por su posible intermitencia o falta de poderlas
emplear cuando se las necesitan. El empleo del bombeo en las centrales
hidroeléctricas, la política de tarifación horaria, la diversificación de
medios de producción, la distribución regional que permiten las centrales de
ciclo combinado, de mediana y baja potencia y sobre todo, el cambio de
mentalización de que se debe reducir el consumo y tener presente en los costos
todos los factores que intervienen, desde, el de las materias primas, la mano
de obra, la contaminación y el ciclo de vida de todos los componentes.
La inercia térmica de los edificios, de los productos en los almacenes
frigoríficos, las de los fluidos secundarios, la del terreno, o la de las
instalaciones incorporadas a base de calor especifico o latente, como pueden
ser el empleo de los materiales de cambio de fase (PCM), pueden ser
interesantes y contribuir de forma importante al aumento de la eficiencia.
En general el aislamiento térmico, el aprovechamiento del calor o del frío del
aire ambiente, tanto de forma sensible o latente, empleando la evaporación
junto al aprovechamiento de la inercia térmica y el diseño más racional de las
instalaciones de producción de energía y de su sistemas de regulación , serán
las más interesantes.
Cualquier cambio importante de explotación o de planteamiento técnico necesita,
motivación, cambios importantes de planteamiento y de tiempo. La educación y la
selección natural, son sin duda, las formas más reales y el no perder, en cada
momento, la perspectiva económica, sobre todo, en estos momentos que predomina
en el mundo un sistema socioeconómico de tipo liberal.
La biomasa, sobre todo, la que disponemos como subproducto del campo o de la
actividades humanas en los centros Urbanos, presenta problemas de
contaminación, que resueltos puede resolver y contribuir grandemente. La
intermitencia de la energía eólica puede resolverse aprovechando la inercia de
toda la red energética o conjuntamente con nuevas instalaciones hidráulicas de
bombeo. La trigeneración con producción de: electricidad, calor y frio, está
comenzando, puede generalizarse, con mini y micro generación. Indudablemente se
requiere: I+D+i, inversión, esfuerzo y tiempo. [36] y [37].
En plena crisis se
ven los problemas y se estudian soluciones, pero es, entre ellas, cuando hay
tiempo, y es, cuando se debe completar los esfuerzos. Afortunadamente la
información se hace cada vez más rápidamente y se generalizan los resultados
antes y los factores de escala en los desarrollos no son tan importantes.
CONCLUSIONES
El aumento de la eficiencia energética, es sin duda, el camino más importante
que se puede realizar en estos momentos, para mejorar la economía, el medio
ambiente y permitir un crecimiento sostenible de la humanidad, sin caer en
depresiones, revoluciones o medidas drásticas sociológicas, como las sufridas
en el último siglo.
Entre las mejoras de eficiencia energéticas que se pueden hacer a corto plazo,
se consideran como más interesantes: el aislamiento térmico, el aprovechamiento
de la inercia térmica, el uso de los materiales de cambio de fase, tanto en la
construcción, como en la climatización y el aprovechamiento del frio gratis que
puede aportar sin límites el aire ambiente, (tanto sensible, como latente).
En tiempos entre crisis energéticas y aprovechándose de las enseñanzas últimas
sufridas en ellas, es cuando debemos profundizar en desarrollos e innovaciones
encaminadas a mejorar las eficiencias energéticas.
Fuente: Instituto del Frío. CSIC. EFICIENCIA
ENERGÉTICA EN EL CAMPO DEL FRÍO. M. Domínguez; C. García; J.Mª Arias