Este
libro es una visión de un futuro donde la tecnología se acerca cada vez mas al
ser humano irrigando todas las dimensiones del hombre en un entramado que como
dice el propio auto “ya ha llegado”
En
el prólogo Miquel Barceló diserta sobre la difusa línea que separa la moderna
tecnología de la antigua magia. El poder de la tecnología nos permite
transformar el mundo, la sociedad, y a nosotros mismos. El factor multiplicador
de una tecnología pone en evidencia la perturbadora capacidad que puede
alcanzar la revolución de la información que estamos viviendo. Desde los
primitivos arados, a los sofisticados sistemas de agricultura automática
actuales solo suponen un a pequeña fracción del avance que proporcionalmente ha
sufrido la tecnología informática.
Negroponte
es uno de los mayores expertos en multimedia y dirige el MIT (Massachussets
Institute of Technology). Uno de los temas que con mayor profundidad explora
Negroponte es el paso de átomos a bits y viceversa. La información como materia
prima de las nuevas sociedades y ordenes mundiales. La materia como algo
costoso de manipular, crear, y transportar. Los movimientos masivos de datos
(bits) sin embargo, son muy baratos y mediante la red podemos en la actualidad
enviar y recibir bits, ya sean periódicos, música o los planos de una bomba
atómica.
“La transformación de átomos en bits es irrevocable e imparable” (Pág.
18) Es mas barato y por lo tanto rentable, manejar bits en vez de libros o
maquetas, sobre todo si tenemos en cuenta la proliferación de ordenadores
personales(ya sea en el trabajo o en la casa). Si los átomos son la materia
prima del plano físico, los bits son su homólogo en el mundo digital. Las
características de los bits no son ponderables en el mismo sentido en el que la
materia adquiere valor o se desplaza por el espacio. Mientras el oro tiene un
valor determinado, no siempre (o casi nunca) se puede medir el valor real de
determinados bits que bien pueden ser únicos o números de tarjetas de crédito.
Otras características de los bits son su capacidad de copia ilimitada y a muy
bajo coste así como la carencia de medios mundiales como para evitar su
circulación que se deban temer realmente. Todas estas características entre
otras se presentan como un arma de doble filo donde afloran lo mejor y lo peor
(si se puede calificar así) del ser humano.
Como
experto en multimedia y como personaje muy cercano a los personajes que
propiciaron los comienzos y desarrollo de la informática nos ofrece un
testimonio de
primera
mano de los errores y aciertos de una informática que sigue en pañales pero que
crece a velocidad de gigante.
Comenzando
con los conceptos mas básicos a cerca del ancho de banda sus usos y la futura
fibra óptica nos introduce en los conceptos de la velocidad de transmisión con
la que podemos comunicar entre ordenadores (ahora por todo el mundo—o
casi) cualquier información que
previamente se ha convertido en bits en el protocolo adecuado(lenguaje de máquina)
La
verdadera velocidad se consigue mediante la compresión y esta no es otra cosa que el establecer en (enseñar a) dos
ordenadores un lenguaje que resuma elementos que se repitan o que sirvan para
sintetizar. La economía de mercado no se modifica (ni mucho menos) tan rápido
como para adaptarse a la nueva situación que la tecnología puede (y de hecho lo
hace) crear. El ejemplo mas sencillo son las tarifas telefónicas, o la
adaptación de sistemas adecuados para la transmisión de información a través
del cable telefónico convencional o compartido mediante sistemas de
redistribución del ancho de banda de modos óptimos.
Los diferentes sistemas televisivos que se
intentaban crear antes de la intrusión de la era digital son un ejemplo de la
falta de visión y la tardanza en evolucionar de empresas y sociedades del
sector. Los canales online, series por internet, correos electrónicos, vídeo corporativo virales, publicidad y spots online, nuevas formas y productoras audiovisuales preparadas para este mundo están naciendo. Con los diferentes sistemas no se hace mas que introducir dificultades
que no existen cuando la uniformidad de los sistemas pasa en cualquier caso por
la conversión a bits, con lo que se facilita su universalidad y posterior versatilidad
en los diferentes medios del futuro, ya se una televisión , un ordenador, o una
simbiosis tridimensional en el salón de nuestra casa.
Otro
tema importante es que los bits como forma de propiedad intelectual requieren
de un protección y un tratamiento como mercancía. En este sentido también cabe
destacar la legislación actual respecto al monopolio de las cadenas de
televisión o radio y las diversa formas de explotación de las atribuciones y
espacios radiales. Las fusiones entre empresas de comunicación y fabricantes de
entretenimiento también es otro factor a tener en cuenta.
El
definitivo cambio se producirá en la adaptación del interface a nuestras
necesidades reales y no a las de una empresa o estado, esto se esta
convirtiendo ahora en una realidad pero toda la evolución del hardware y
software que relata el libro esta llena de tropiezos y avances que continúan
hasta nuestros días.
Los mayordomos digitales o la subvención mediante la
compra de programas(juegos y utilidades) de la nueva inteligencia artificial
son temas tan candentes que lo que comenta en autor se va quedando atrás sobre
todo a la velocidad exponencial con que se desarrolla la tecnología.(El libro
tiene mas de seis años)
El
fascinante encuentro con las verdaderas capacidades y necesidades del hombre,
así como la profunda investigación que se esta llevando a cabo a cerca del cómo
nos comunicamos (sobre todo en lo referente a características
extra-lingüísticas) nos acerca mas a una comunicación mas ágil y versátil con
la máquina (para que no tenga que estar tecleando una tabla llena de botones
con letras inscritas)
Mediante
unas explicaciones muy simples, pretende llegar a todo el mundo, sobre todo a
gente que no ha nacido en esta era de la información, pretende introducir a la
generación que se le escapa la comprensión de lo básico y hacerles ver todo el
bien que esta nueva tecnología les ofrece aunque sea solo para que tengan la
esperanza de que algo mejor surgirá en un futuro que todavía no ha llegado pero
que no tardara mucho.
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