La localidad de Algodonales se ubica en el extremo norte del Parque, a las faldas de la Sierra de Líjar, una montaña de origen kárstico cuyo pico más alto alcanza los 1.049 metros de altura. Esta cima, conocida como El Mogote, es una pista de despegue para la práctica del parapente y al ala-delta. Además, varios senderos discurren por esta abrutpa montaña, tanto de norte a sur, como rodeándola. Los aficionados a la escalada también podrán disfrutar de impresionantes paredes con vías imposibles. Los más osados con la bicicleta veran al pico de esta montaña como un reto y un disfrute, tanto por la dificultad de algunos tramos del trazado como por las vistas a la Sierra de Grazalema.
Uno de los rasgos más llamativos de nuestro entorno es la calidad y pureza de sus aguas. Más de una decena de fuentes y manantiales naturales brotan en este pueblo blanco. De hecho, es habitual ver gentes llegadas de otras localidades, llenando garrafas de aguas en cualquiera de sus fuentes. Este es por tanto, uno de los recursos naturales más importantes de Algodonales, pues sus aguas llenan el caudal del río Guadalete a su paso por aquí, y riegan las huertas que rodean Algodonales.
Pinos, matorral mediterráneo, bosque de ribera, dehesas, huertas a los pies de un cortijo y hectareas y hectáreas de olivar conforman el paisaje y la vegetación de esta parte de la provincia de Cádiz. En cuanto a la fauna, es habitual avistar buitres leonados en el cielo de Algodonales, dada su proximidad con la colonia del Péñón de Zaframagón. Además además cuenta con importantes recursos cinegeticos, especialmente caza menor y cabra montés.
Artículo Recuperado de la web campechanos.
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