Las reglas de oro de Presentaciones en Público

Proyectando seguridad por medio del autocontrol
  Es necesario mostrar control ante nuestro auditorio para lo cual tendremos en cuenta dos aspectos muy relacionados: causas psicológicas y causas fisiológicas.

      Por lo que respecta a las causas fisiológicas:
Asumir el aumento de adrenalina como positivo e inevitable, sólo habrá que dominar sus manifestaciones.
Adoptar una postura corporal correcta: recta pero no rígida, con las piernas paralelas y las manos por delante.
Sujeta algo con firmeza en las manos evitando mostrarte
Respiración diafragmática a través de la parte baja de los pulmones.
Memoriza los primeros minutos, así estarás pendiente de lo que haces, no de lo que dices.
Emplea estrategias de “expresión de nervios”: abre y cierra las manos con fuerza o adelanta el pie que tiembla.
Respecto a las causas psicológicas:  

 Lo que más seguridad te aportará es el conocimiento del tema y la preparación; un buen truco es no ofrecer toda la información de golpe, guarda un as bajo la manga. 
   Prepararte incluye estudiar e incluir diversas perspectivas, no sólo la tuya, y “poner en el anzuelo lo que le gusta al pez, no lo que te gusta a ti”. Así tendrás el éxito lo tienes casi garantizado.
   Siente lo que dices, es la única forma de trasmitir confianza. La emoción, el énfasis que pongamos son percibidos por nuestros interlocutores, la credibilidad depende de ello. Si crees en lo que dices el mensaje se transmitirá solo.
  Usa tus recuerdos para encontrar comunicaciones que no te atraparon ni convencieron, lo más seguro es que tampoco su emisor creía en el mensaje.
  Rehúye de palabras poco conocidas, tecnicismos, galicismos. Todos deben entenderte.
   Sé claro, sencillo, dinámico pues sólo así lo verdaderamente importantes, el mensaje, llegará a tu auditorio de forma correcta.
 La importancia de “ser uno mismo”. No trates de imitar a nadie, no funciona y el gasto psicológico es tremendo. Sé consciente de que “no podemos gustar a todo el mundo”, ni tampoco debe ser este tu objetivo principal.  Sigue siendo tu mismo, aunque dando lo mejor de ti, siendo cautivador, claro...
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