La competencia se encuentra en constante evolución hasta tal
punto que la competitividad ya no resulta tan trascendental a nivel empresa
contra empresa como en el plano cadena de suministro contra cadena de
suministro. En por ello que lo que se precisa en la actualidad es trabajar con
eficiencia a lo largo de toda la cadena de suministro, y no sólo en cada una de
las empresas individuales que la integran.
Las grandes consultoras insisten en el carácter
imprescindible de la informática y de disponer de cantidades ingentes de datos,
de interconectar todos los elementos de la cadena de suministro sin embargo,
una vez implantados estos sistemas los resultados resultan no ser tan
satisfactorios. Si este no era el auténtico problema, ¿cuál es entonces? Y
¿cuál es su solución. Los sistemas informáticos son parte de esa solución, pero
¿cuál es la función que desempeñan?
Una forma de enfrentarse a un problema para verlo más claro,
es pensar en un problema mayor. Consideremos una tecnología nueva cualquiera,
no sólo la informática, y tomemos el siguiente punto de partida:
La tecnología conlleva un beneficio siempre y cuando reduzca
o elimine una limitación.
Por ejemplo, hace poco más de un siglo era impensable
desplazarse a diario a diez kilómetros para trabajar. Se trataba de una
limitación tan arraigada y aceptada que ni si quiera era considerada como tal,
simplemente ni se planteaba una opción así sin embargo, hoy, el desarrollo de
los transportes a reducido, esa limitación que era un hecho. Es decir, antes de
disponer de una determinada tecnología las personas desarrollaron reglar que
permitían adaptarse a una limitación concreta, por ejemplo, antes de la
aparición de los ordenadores se trabajaba sin ellos, todos estaban adaptados a
esa limitación.
Dos principios por tanto: nueva tecnología y reglas.
Supongamos la aparición y puesta en práctica de una nueva tecnología que
reduzca una limitación. Aparentemente funciona de forma correcta sin embargo, se
nos pasa por alto modificar las reglas que antes habíamos adoptado para
convivir con dicha limitación. ¿Qué beneficios podremos entonces obtener de esa
nueva tecnología si no desarrollamos también nuevas reglas? Es ahí donde radica
el error: nuevas tecnologías con reglas antiguas.
Ante la aparición de una nueva tecnología, la búsqueda necesaria
de nuevas reglas supone determinar:
·
La principal ventaja que aporta esa
novedosa tecnología
·
La limitación que reduce o, incluso,
elimina
·
Identificar las reglas que antes
permitieron la adaptación a tal limitación
·
Descubrir, elaborar nuevas reglas que
ahora podamos aplicar a esa nueva tecnología
·
Dichas nuevas reglas, ¿requieren de cambios
en el modo en que usamos la tecnología?
·
El modo en que finalmente se efectuará
el cambio
Ilustremos lo anterior con
un ejemplo concreto: el MRP. El problema de la planificación de materiales hace
referencia al tiempo necesario para calcular aquello que se ha de pedir a los
proveedores (requisitos netos):
·
La principal ventaja que nos aporta: la
capacidad para efectuar cálculos encadenados rápidamente.
·
La limitación reduce: el tiempo de
cálculo necesario de los requisitos netos.
·
Las reglas usadas antes: calcular los
requisitos netos mensualmente es decir, cuando llegaba un pedido se observaba
el stock y, en caso de no poder atenderlo, el pedido quedaba relegado al mes
siguiente.
El MRP ha permitido el
cambio de la tecnología papel por la tecnología ordenador la cual comenzó a
expandirse sin que sus ventajas lo hiciesen de manera proporcional ante lo
cual, los consultores se limitaban a aconsejar una mayor inversión así como dar
un mayor plazo de tiempo al sistema. Fue posteriormente cuando surgió el ERP.
El problema de este caso
concreto es que se había estado utilizando el MRP, una nueva tecnología, con
las reglas vigentes antes de su llegada, es decir, los requisitos se seguían
calculando una vez por mes, aunque ahora ello ocupaba menos tiempo. Con el fin
de dar solución a este problema se desarrolló el ERP sin embargo, se volvió a
cometer el mismo error y, en lugar de ser corregido cambiando las reglas, ahora
lo estamos repitiendo con el CRM o el SCM.
ERP consiste en un sistema
que trata de materiales, finanzas, ingeniería, recursos humanos, etcétera
siendo su principal ventaja la capacidad para la manipulación de datos en tres
dimensiones:
·
almacenarlos hasta 5 veces más
·
transferirlos de un sitio a otro desde
un mínimo de 10 veces más
·
recuperarlos hasta un millón de veces
más rápido
La limitación que reduce es
la mayor a la que se enfrenta cualquier organización pues permite una rápida
toma de decisiones gracias a esa enorme capacidad de manipulación. Pensemos que
más del 95% de los datos son generados en un lugar diferente al lugar de la
empresa donde se toman las decisiones por lo que los directivos toman dichas
decisiones sin contar con todos los datos importantes.
La regla que antes usaba,
ante la falta de datos globales, era la toma de decisiones óptimas a nivel
local. Por ejemplo, antes para calcular el precio de venta de un producto,
realizábamos una asignación de costes sin embargo en la actualidad esta
contabilidad de costes carece de sentido. ¿La eliminamos entonces de nuestro
sistema al implementar el ERP?
Además, habrá que
desarrollar nuevas reglas pues si continuamos aplicando las reglas anteriores
hechas para adaptarnos a la limitación, ahora que ésta ya no existe, no
podremos obtener beneficio de sus ventajas y, por tanto, la inversión no se
rentabilizará.
Fue el Dr. Goldratt quien descubrió
ésto en la teoría de las limitaciones (TOC) aplicando la metodología de las
ciencias "duras", como lo es la física, a las ciencias sociales. Entre ambas, la principal diferencia radica cómo
definen cada una de ellas los conceptos de complejidad y problema. Mientras las
ciencias sociales definen la complejidad como el número de elementos necesario
para describir un sistema de tal forma que, cuantos más datos, más complejo
será dicho sistema, . las ciencias "duras" conciben el concepto de
“complejidad” como la dificultad para predecir el resultado o lo que es lo
mismo, cuantos más grados de libertad, mayor complejidad.
Es así como la física considera
la no existencia de sistemas complejos en realidad. Prueba de ellos es
que desde los inicios del siglo XX, los físicos han estado trabajando en la
llamada "teoría del campo uniforme", leyes que unifiquen las leyes que
rigen los diferentes campos conocidos por la física como el gravitatorio, el electromagnético,
el interactivo fuerte e interactivo débil, pues consideran que la existencia de
todos ellos es algo "demasiado complejo" en la realidad.
En una organización, los
directivos suelen ver los síntomas de una causa, es decir, se quejan de
diferentes aspectos, importantes para cada uno de esos directivos de forma
individual, , pero no ven la causa originaria de todos esos problemas
parciales. El verdadero problema es limitarse a contrarrestar sólo los
síntomas, en lugar de la causa que los propicia. La razón por la que no se
acaba por eliminar la causa profunda radica en la propia concepción de
“problema” que, para las ciencias sociales, es algo que simplemente no gusta
mientras que para la física es un conflicto que bloquea e impide alcanzar el
objetivo planteado.
Y del mismo modo que
presentan definiciones o concepciones diferentes para un mismo término,
“problema”, también ofrecen diferentes soluciones, Las ciencias sociales,
intentan solucionar los conflictos mediante una transacción. Por el contrario,
la física considera que no hay conflictos en realidad.
Para comprender mejor estas
diferentes perspectivas, imaginemos que
pesamos un mismo objeto con dos instrumentos calibrados. Con el primero,
resultan 100 gramos mientras que con el segundo, 50. Aplicando la transacción
de las ciencias sociales concluiríamos en que el peso correcto es la media, 75
gramos, sin embargo, si aplicamos los criterios de la física, consideraremos
que nos hemos equivocado en algún momento y repetiremos el proceso en búsqueda
de ese error
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