El sonido, un recurso del vídeo


El lenguaje audio-visual está formado por dos elementos: sonido e imagen. En notas anteriores vimos que muchos conceptos propios de la fotografía son aplicables al tratamiento de la imagen en movimiento, pero el sonido es un completo desconocido para quienes estamos acostumbrados a trabajar con imágenes fijas. Desarrollaremos algunos conceptos sobre este recurso. ¡Es demasiado potente como para desperdiciarlo!

En sus comienzos el cine era mudo, donde toda la expresividad estaba en la imagen: La elección del tamaño de plano, la angulación, los movimientos de cámara, la iluminación, la acción y la expresión de los personajes, el decorado y el vestuario, eran los elementos con los que un realizador construía su relato a través del montaje.

sonido edición


Igualmente, hay que señalar que la experiencia de visualización no era completamente muda, ya que la proyección iba siempre acompañada por música en vivo. También existía la figura del narrador, que leía los intertítulos y comentaba lo que transcurría en la película.

En el cine mudo un narrador leía los intertítulos y relataba lo que sucedía en la imagen. Sobre todo si la película estaba en otro idioma.

A fines de los años 20 comienza el cine sonoro propiamente dicho, donde imagen y sonido ya están completamente sincronizados. La película mas popular de esta etapa fue “El cantante de jazz” (1927) un musical que no era totalmente sonoro, sino que contenía algunas canciones y fragmentos hablados. En Argentina, la primera película sonora con sistema Vitaphone fue Muñequitas de José A. Ferreyra, estrenada en 1931.

El principal temor de los realizadores, estudiosos y amantes de este arte, era que el sonido le quitara expresividad a la imagen. Lo cierto es que el cine nunca volvió a ser mudo, imagen y sonido se unieron para siempre y hoy podemos hablar de un lenguaje esencialmente audiovisual, que utilizan todas las productoras audiovisuales en la actualidad.

La toma de sonido en las cámaras fotográficas


El sonido es una de las principales limitaciones en la grabación de videos con cámaras de fotos. Algunas réflex cuentan con entrada de micrófono, pero la gran mayoría funciona con un micrófono incorporado, obteniendo un resultado de poca calidad, en el que muchas veces quedan registrados los sonidos propios del autofocus y de los movimientos del zoom.

Si lo que estamos haciendo es tomar imágenes para luego editar un clip con música, no tendremos que preocuparnos por la toma de sonido, pero si en cambio vamos a grabar una entrevista deberemos pensar cómo vamos a registrar el audio.

Si el lugar es tranquilo y no hay demasiado ruido en el ambiente, el micrófono incorporado de la cámara servirá, sino será necesario contar con una cámara que tenga entrada de audio. Las pocas cámaras que cuentan con esta entrada tienen una ficha miniplug, pero pueden utilizarse adaptadores para conectar micrófonos profesionales con enchufe canon.


Los programas de edición de video profesionales permiten trabajar con varios canales de audio.

La elección del micrófono será importante, ya que no todos nos darán los mismos resultados. Lo más importante a tener en cuenta es que los micrófonos pueden clasificarse según su direccionalidad.

Los omnidireccionales captan el sonido en todas las direcciones por igual. Los direccionales, en cambio, tienen una mejor respuesta para los sonidos que provienen del frente. Comparándolo con la imagen: el primero se parecería más a un lente granangular, y el segundo al teleobjetivo.

Otra opción, si el sonido de la cámara no es muy bueno, es considerar la grabación en algún otro medio, y sincronizarlo luego en postproducción.

Además, la toma del audio puede ser Mono o Stereo. El audio Mono cuenta con un solo canal donde graba todo el sonido. El Stereo, en cambio, registra dos canales, uno derecho y otro izquierdo, dándole volumen y dimensión al sonido.

Tipos de sonido y procedencia


La banda sonora de cualquier pieza audiovisual está integrada por distintos tipos de sonido. En una primera impresión percibimos el audio como un todo pero si prestamos atención podemos clasificar los sonidos en tres grupos: voces, ruidos y efectos, y música.

Luego, estos sonidos podrán agruparse de acuerdo a su localización y origen en función de la imagen. Decimos que un sonido es diegético si la fuente emisora se encuentra en el interior del espacio representado, y sonido extradiegético, si proviene de una fuente que no tiene nada que ver con los elementos de lo representado.

Además, los sonidos diegéticos pueden provenir de una fuente que se encuentre dentro del cuadro (IN) o de una fuente que esté fuera de campo (OFF). Por otro lado, el relato de un locutor sería una VOZ OVER o extradiegética.

Algunas cámaras réflex tienen entrada de micrófono externa, pero la gran mayoría toman el sonido con un micrófono incorporado.

Un sonido OFF puede brindarnos información sobre lo que está sucediendo fuera de campo, por ejemplo unos pasos que se acercan anunciarán la llegada de un personaje. El plano de una persona que mira hacia arriba, mientras se escucha el sonido de un avión, nos indicará que éste está atravesando el cielo, más allá de que no lo veamos.

Una música extradiegética dará ritmo a la imagen y nos servirá de base para construir un videoclip. Por otro lado una voz over, podrá servir para narrar un video institucional y darnos información sobre las imágenes que estamos viendo.

Teniendo en cuenta estos conceptos podemos darnos cuenta de que el trabajo del sonido en una pieza audiovisual puede ser tan complejo como el de lo visual. Para quienes venimos del campo de la imagen es muy importante comenzar a prestar atención a este aspecto, y no dejarlo en segundo lugar. Planificar y diseñar la banda sonora será tan importante como pensar en los tamaños de plano y tipos de lentes a utilizar.

El valor añadido 


El valor añadido es el valor expresivo e informativo con el que un sonido enriquece una imagen. Sería algo similar a lo que sucede cuando colocamos un epígrafe a una fotografía. El sentido de la imagen se verá modificado de acuerdo a lo que diga el texto.

La música, las voces, los ruidos y efectos sonoros agregan información modificando nuestra apreciación sobre lo que vemos. La yuxtaposición de imagen y sonido genera nuevos significados, creando relatos audiovisuales ricos e interesantes.

Un buen ejercicio es ver la escena de una película sin escuchar el audio, o viceversa. Esto nos permitirá apreciar el valor de cada una de las partes que integran el relato audiovisual. 

La postproducción del audio


La postproducción será el momento en el que combinaremos todos los sonidos en una sola banda sonora. Experimentando durante esta etapa podremos comprobar cómo cambia un video de acuerdo a los sonidos que lo acompañen.

Los programas de edición profesionales permiten trabajar con muchos canales de audio, mientras los más simples suelen tener uno o dos canales.

Cuantos más canales tengamos más sonidos podemos superponer en simultáneo. Por ejemplo, podemos tener un canal con los diálogos, otro con efectos y ruidos y un tercero con una música de fondo. Manejando los volúmenes de cada canal llegaremos al resultado deseado, dándole importancia a un sonido particular en cada momento.

Estos programas también contarán con filtros que servirán, por ejemplo, para quitar el ruido de fondo o ecualizar los tonos de un audio. Estos filtros pueden ayudar, pero lo cierto es que siempre será mejor llegar a la edición con una buena toma de sonido.

Es importante armarse de una librería de audios completa y así contar con varias opciones a la hora de editar. Existen páginas en internet (www.flashkit.com, www.musopen.org y otras) con recursos de descarga gratuita, como efectos de audio y músicas royalty free.

El sonido es un recurso muy potente en el relato audiovisual, sin embargo muchas veces es dejado en segundo plano y desaprovechado. Conocerlo y trabajarlo será muy importante para crear piezas audiovisuales de calidad.

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