Fotografía y dispositivos móviles


“La fotografía digital nunca se vio tan analógica”, promueve el eslogan del Hipstamatic App, la aplicación para iPhone y iPod que marcó el comienzo de algo bastante parecido a la fascinación en muchos fotógrafos profesionales y aún más aficionados que, sin dejar sus cámaras, comenzaron a usar el celular como un recurso más.

El concepto “dispositivo móvil” se refiere tanto a celulares con sistema operativo Android como a los iPhone y iPod de Apple, siendo este último un aparato que tiene de todo menos la posibilidad de hacer llamadas telefónicas.

fotografia movil


Lo que los aúna es el hecho de poseer cámaras relativamente potentes, que pueden ser utilizadas por diversas aplicaciones instalables permitiendo procesar y editar las imágenes de forma simple y rápida, así como utilizar las mismas fotografías a través de otros medios de comunicación de manera prácticamente inmediata. El fotógrafo Tony Valdez caracteriza esta versatilidad como “una cámara con la que escucho música”, aunque también lee los mails, las noticias y más.

El iPhone 3GS y el iPod touch tienen cámaras de 3 MP y el último salto se produjo el año pasado con el iPhone 4 que porta una cámara de 5 MP. Los rumores indican que el iPhone 5 vendrá con una cámara de 8 MP fabricada por Sony.

Comparado con los modelos de Apple, la cámara de 5MP que poseen el Motorola DEXT y el Milestone (ambos con el Android de Google), parece muy prometedora. Sin embargo la calidad de las imágenes del iPod touch sigue siendo muy superior aún a una resolución de 3 MP. Esto se debe a que privilegiaron el rango dinámico del sensor así como una excelente performance en el detalle. El sistema de foco en realidad está fijo hasta el iPhone 4 pero cuentan con una excelente calidad óptica que beneficia el enfoque.

Las aplicaciones, es decir el software que permite hacer de las simples “fotos de celular” una imagen mucho más elaborada, son diversas y dependen del tipo de dispositivo utilizado.

El gran responsable de que cada vez más fotógrafos profesionales, antes evasivos y desconfiados de tomar una foto con un celular, se sumerjan en estos nuevos dispositivos, es el Hipstamatic App para iPhone o iPod touch. Incluso en cursos de fotografía profesional vemos este tipo de herramientas. Esta aplicación simplifica de manera asombrosa combinaciones enormes de efectos sin resignar calidad. El concepto se basa en convertir el aparato en una cámara de fotos clásica o vintage. Podemos elegir el flash, la película y el lente con el que queremos trabajar. Cada uno de esos elementos simulan desde la película Polaroid de la SX70 hasta flashes con diferentes tonalidades, pasando por lentes llamados “John S” con diferentes viñeteados y dominantes de color. Por supuesto, la madre detrás es la nostálgica Instamatic de Kodak de la década del 60. Está también la Leme, que es otro de los furores con su procesamiento especializado en simulación de Lomo.

Para los celulares Android la cosa no está tan clara. La aplicación más similar al Hipstamatic es la Retro Camera, pero sus efectos son mucho más limitados y la resolución de salida es menor a la nativa de la cámara.

Quizás la mejor aplicación para tomar fotos sea la Camera 360, que permite controlar desde el punto de enfoque hasta la exposición dependiendo del celular. También incluye algunos efectos y se pueden comprar otros instalables como plugins. Por otra parte, la Little Photo es una aplicación más rudimentaria a la hora de la toma pero trae una librería muy completa de efectos de simulación, casi todos ellos con entre 3 y 5 variantes.

La razón de esta diferencia entre los dispositivos de Apple y los Android es la capacidad de procesamiento del primero, que es constante, mientras en los segundos varía según cada dispositivo por lo que las aplicaciones tienen que poder ejecutarse en todos.

Es interesante ver cómo esta conjunción de herramientas está siendo utilizada por fotógrafos profesionales pero desde distintas aristas. En el exterior, Benjamin Lowy resolvió un extenso trabajo sobre la reciente revolución en Libia y otro en Afganistán precisamente con la Hipstamatic.

En México, el álbum del fotógrafo Francisco Mata Rosas “My Hippstamatic Prints” en Facebook posee 103 imágenes que se suman a otras tantas desperdigadas por los demás álbumes. Casi habría cambiado su cámara definitivamente por el iPhone.

Otro aspecto remarcable de estos dispositivos es su intrínseca relación con las redes sociales. Una de las razones por las que Mata Rosas cuenta con 103 imágenes en el álbum de fotos tomadas con celular es porque aquella aplicación permite la publicación instantánea de las fotografías. Estas aplicaciones son un gran mecanismo de simplificación de pasos. Primero de toma, luego de procesamiento y por último de publicación.

Pero debemos considerar también algo en lo que Tony Valdez repara detenidamente. El celular se presenta en algún punto como un juego. Tomar el teléfono, ponerlo en posición horizontal sosteniéndolo con la punta de los dedos y mirar a través de ese rectángulo que es solamente pantalla implica algo muy diferente a la relación que los fotógrafos usualmente tenemos con nuestra herramienta. Quizás sea más parecido a tomar fotos con una Holga, una Brownie o una cámara estenopeica, pero sin dudas subyace en todo esto algo profundamente lúdico.

Amilcar Orfali: El celular en el fotoperiodismo


¿Qué virtudes encontrás en este dispositivo?

Ya sea el iPhone con cámara de 3 MP o la de 5 tienen una excelente óptica y calidad de registro, casi carecen de ruido aún en luces bajas o condiciones de luz muy pobres. Podés definir tanto la exposición como el foco, dos factores que te permiten dominar la toma. Por otro lado, en ciertas ocasiones es mucho más discreta y menos atemorizante o invasiva que una cámara réflex.


¿Cuándo usas el celular en lugar de la réflex?

Tomar una foto con el celular es un recurso. Uso el celular cuando no tengo alguna de mis cámaras encima, cuando la situación es demasiado fugáz como para desembolsar todo, o cuando la situación demanda discreción. Distinto es el caso cuando utlizo algunas de las aplicaciones para el iPhone. Ahí el celular y la aplicación que utilizo son el sustento del tipo de trabajo que quiero captar, mostrar. Simular película, lentes, flashes, panorámicas, es la concepción del laburo, que es anterior a la utilización del celular, pero que va de la mano: pienso una serie de fotos o un trabajo en función del recurso (aplicación) que voy a utilizar.


¿Cómo seleccionás el efecto?

Decido con antelación a la toma la aplicación y el efecto. Diversos trabajos, diversas aplicaciones. Otras veces, veo una foto que sólo puede ser en blanco y negro y ahí decido entre las “películas” que tengo cargadas en el celu. O en otro caso elijo una aplicación que me lleve a efectos de películas de los años 60, 70, 80.

¿Por qué hiciste la foto de tapa con el celular?

Iba caminando por la calle y me cruzo una mujer que estaba pariendo asistida por un policía. Era la única cámara que tenía disponible, me encontré con la situación y actué. De haber sido otra cámara, el acceso, la proximidad, la complicidad que se logró no hubiera sido posible. Por otro lado, luego de esos diez minutos de parto en la calle, cuando terminé mi registro y el hecho ya era pasado, utilicé otros dos recursos más del celular: llamar por teléfono al diario, avisé de la noticia, y acto seguido envié las fotos en alta calidad por mail desde el celular. En 20 minutos, a las dos de la tarde, la tapa y la central del diario estaban resueltas.

Tony Valdez: Fotografia lúdica


¿Cómo empezaste a usar el iPod para tomar fotos?

Había visto trabajos de otros fotógrafos que lo usaban en el campo profesional como una especie de juego. Al principio pensé que era la aplicación que traía de fábrica hasta que descubrí que era una aplicación especial, y la baje para ver qué salía. Desde eso hasta que la empecé a usar pasaron tres meses sin encontrarle una razón, una utilidad, hasta que encontré una conjunción de luces para hacer esto y descubrí que era una herramienta para tener encima como una cámara pero con un rendimiento vintage. Esto trasladado a lo digital produce como una saturación o un reviente que está interesante. Esos resultados inesperados están buenos. No es una excusa, es una herramienta más.

¿Dónde ubicas el eje? ¿En el dispositivo y la foto o en publicarla inmediatamente en el Facebook?

Son dos cosas distintas, por un lado está el dispositivo. Hay un montón de trabajos que no los publico. Los más personales en desarrollo o inclusive notas. El otro tema es anexo pero secundario. El hecho de que te permita colgarlas es algo que te mantiene activo. Al ser todo directo desde la calle, como decir “esta foto la cuelgo para que se vea”, propone algo mucho más lúdico, no hay que esperar para verla.

¿Cómo elegís los efectos de las aplicaciones?

Tengo un tipo de lente y película que me gustan. Pero más de una vez la dejo en random y que sea como una Holga.

¿Qué versatilidad le atribuís al dispositivo?

De todo. Nunca había tenido ganas de sacar con el celular salvo en caso de necesidades concretas. Ahora es como una cámara con la que escucho música.

¿De qué forma condiciona tu mirada?

Cualquier tipo de visor te condiciona a mirar de una determinada manera. Una réflex, una Leica, una cámara de 6x6, en el caso de las digitales el hecho de ver por la pantalla. Esto es exactamente lo mismo, con el formato cuadrado. Saber el tipo de resultado de antemano también te condiciona.

Se suma además este juego de que para los demás estás usando un celular. Podés tener otros ángulos y acercarte a otras cosas. Lo lúdico pasa por el juego de hacer con lo mismo el correo, la música y fotos. Y hago fotos con un soporte que está buenísimo porque tenés esos efectos. Y si me gusta, la cuelgo en Facebook.

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