La perspectiva se define como “el arte para recrear la profundidad y la posición relativa de los objetos. En un dibujo, la perspectiva simula la profundidad y los efectos de reducción”. En fotografía, es dada por el objetivo sin intervención del operador quien, sin embargo, debe conocer sus principios para elegir la distancia focal adecuada al tema.
En el dibujo y la pintura figurativa, pasaron siglos de desarrollo hasta alcanzar esa perfección al emular la tridimensionalidad de lo real sobre el plano. En el mundo antiguo (Egipto, Mesopotamia, Asia, etc.) los dibujos eran bidimensionales, existiendo una tímida idea de la perspectiva en Roma y en Pompeya. Pero fue con el Renacimiento, que se obtuvo un sistema de dibujo basado en la perspectiva cónica o central, que se define como “un sistema de representación gráfico basado en la proyección de un cuerpo tridimensional sobre un plano auxiliándose en rectas proyectantes que pasan por un punto. El resultado se aproxima a la visión obtenida si el ojo estuviera situado en dicho punto”.
El pintor y arquitecto florentino Filippo Brunelleschi fue el primero en trazar sus leyes, otorgándole un carácter científico entre 1416 y 1420, mientras que a Piero della Francesca (1415-1492) se lo considera como el primer maestro de la perspectiva.
Las dificultades que planteaba lograr una perspectiva realista llevaron a que algunos hombres se entusiasmaran con el desarrollo de herramientas capaces de resolver la cuestión. Y es ahí donde aparece la cámara oscura, predecesora de la fotografía en su aspecto óptico, cuya invención se le atribuye al matemático árabe Alhacén, quien a principios del Siglo XI escribe su “Tratado Óptico” que plantea la teoría de los rayos luminosos. Sin embargo, la cámara oscura recién se aplicó para realizar bocetos a partir del siglo XV, cuando se las construyó provista de un objetivo, siendo ampliamente usada tanto por pintores como por naturalistas. Las primeras representaciones de la ciudad de Buenos Aires fueron realizadas por Fernando Brambilla precisamente con una cámara oscura. Años después, Brambilla fue nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y Director de Perspectiva y del Adorno.
De hecho, la cámara oscura constituyó un instrumento óptico preciso y perfecto para el trazado de la perspectiva. Existieron otros, como la Cámara lúcida, patentado en 1806 por William Hyde Wollaston, quien se basó en un desarrollo de Johannes Kepler ¡de 1611!
Gracias a que el sistema óptico, primero de la cámara oscura y luego de la cámara fotográfica –que son idénticos en cuanto a la obtención de una perspectiva central o cónica-, proporciona sin intervención humana una perspectiva correcta, el estudio de la misma se redujo a sus resultados, ya que dejó de ser necesaria su elaboración: la proyección que hace el objetivo de la realidad tridimensional sobre un plano bidimensional puede decirse que es perfecta.
El mito de la perspectiva
Es común escuchar decir que la distancia focal del objetivo modifica o altera la perspectiva, por lo que para comprimir los planos se requiere el empleo de un teleobjetivo y para lograr que los planos secundarios se minimicen, o que parezcan estar más alejados, se debe usar un granangular.
Eso es una verdad a medias, porque la perspectiva está dada por la distancia al sujeto y por el punto de vista, no por la distancia focal del objetivo.
Para demostrar cómo es que la distancia focal, junto a la distancia de enfoque, son los elementos combinados que afectan la perspectiva, hemos realizado una serie de tomas de una escena en la que existen dos planos bien diferenciados, el de un vendedor de banderas, prendedores y otros recuerdos en la Plaza de Mayo, y el Cabildo de la ciudad de Buenos Aires. Los pié de foto permiten comprender la secuencia generada, donde queda evidenciada la manera como la perspectiva se va modificando a medida que cambia la distancia al tema, pero que es la misma si la distancia no se modifica aunque se cambie la focal.
De todas maneras, la perspectiva, desde la fotografia, presenta otras dificultades diferentes a su construcción desde el dibujo, puesto que al ser una proyección que se ajusta a las leyes de la óptica, requiere de un buen manejo de la cámara de parte del fotógrafo.
Los errores de perspectiva están entre los más comunes que cometen los aficionados, siendo el resultado fotografías desagradables, carentes de interés o confusas. El punto de vista y el ángulo de toma es lo que hace, junto al instante, a una buena aproximación al tema.
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