LA SED, DE ANDREI GUELASIMOV

La Sed es una novela de marcado carácter realista. Narra la historia de Kostia, un ex-combatiente ruso de la guerra de Chechenia, que queda desfigurado en un asalto a un carro de combate, y cómo, ya en casa, se dedica a sobrevivir como albañil intentando escapar de la sórdida realidad, ahogando su existencia en vodka, bebida que trasiega en grandes cantidades sin conseguir su objetivo. Este es el planteamiento inicial. Pero en realidad estamos en una novela acerca de la vida, y como ésta nos cambia en su devenir por medio del absurdo de las situaciones y por la influencia de otras personas en nuestra existencia cotidiana, como es el dolor y la tragedia que sólo pueden ser superadas por el conocimiento de uno mismo en el estilo más unamuniano de la expresión de la angustia vital.

novela critica


Kostia, apenas se relaciona con nadie, salvo con una vecina a la que ayuda a veces a dormir a su hijo, y con un par de ex-combatientes como él supervivientes del asalto al carro blindado. Es con estos con los que inicia su periplo en la búsqueda del capitán de su compañía que les salvó la vida en el incendio del tanque cuando estaban a punto de ser masacrados por los francotiradores. Este malvive de lugar en lugar por los arrabales y suburbios de Moscú, vagabundeando entre borrachera y borrachera. Será a lo largo de esta búsqueda cuando Kostia se encuentre a sí mismo y se acepte, descubriendo que la humanidad no ha desaparecido, ni en su interior ni en los otros. Después de alojarse con su padre y la nueva mujer de éste y sus hijos, se sienta aceptado y querido. Es en estos momentos cuando renace su afición por la pintura y de sus recuerdos de niñez y juventud saca la capacidad para continuar tras el horror, concluyendo tras encontrar al capitán que las cicatrices interiores pueden cerrarse y que la vida merece la pena de ser vivida.

Narración realista con el más puro estilo de los grandes novelistas rusos, la prosa de Guelasimov es sobria y muy clara con momentos de gran intensidad emotiva donde se demuestra que no hacen falta grandes artificios vanguardistas para hablar de los temas que verdaderamente nos preocupan, el horror, la cotidianeidad, y la aceptación de uno mismo. En definitiva, un libro que merece la pena ser leído.

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