El mito del vampirismo atraviesa la
historia, las leyendas de seres que regresan malditos de ultratumba han
acompañado a la humanidad desde que los primeros hombres soñaban y pintaban
tumbados en el techo de las cavernas. La noche es el terror en lo más profundo
de los corazones porque es en ese momento cuando nuestros instintos más
atávicos recuerdan que podemos ser devorados. Por eso le ha ido bastante bien
al mito del más famoso de todos los vampiros desde que el serio señor Abraham
Stoker cogiera los pedazos de lugares y personajes fascinantes y los mezclara
para dar nacimiento al admirado, temido y a veces maltratado Conde Drácula. El
Inmortal Conde ha pasado por todos los géneros, se ha paseado por el cine, por
la televisión, por el cómic, por la literatura de nuevo y bajo diversos cambios
en los puntos de vista (muy recomendable la obra La Voz de Drácula de Fred Saberhagen en este sentido) y por supuesto por
las artes plásticas.
En este caso estamos ante una original
versión de las andanzas del rey de los vampiros. Luis Scafati realiza una obra
llena de poesía personalísima tanto en sus ilustraciones como en el texto que
con su brevedad condensa perfectamente, no ya a la obra original sino a todas
las adaptaciones y versiones anteriores; hay cositas, detalles que nos hacen
recordar las lecturas de otros vistas por los ojos y la mano de Scafati: El
Drácula de Coppola, El Nosferatu de Murnau, el de Hergoz, el de Tod Browning, todos ellos están y no lo
están, todo es sugerencia y el efecto de los breves textos junto con las
descarnadas ilustraciones, consiguen en algunos momentos proporcionarnos un
escalofrío encantador. El trazo de Luis Scafati logra captar en forma de
atmósfera opresiva y altamente carnal los aspectos eróticos subyacentes en la
obra original, todo ello sin dejar de lado la oscuridad de la historia.
En cuanto a la edición, una joya para
coleccionistas en formato apaisado con letras góticas de sangre, como debe de
ser. Aviso para navegantes: Se abre la veda de Libros del Zorro Rojo, los proyectos
que tiene en preparación harán las delicias de los admiradores del misterio, el
terror y cómo no, la belleza.
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