Dune (Dune, 1984)

Dune, es una de las películas más extrañas dentro de la filmografía de Lynch, y no lo es por el argumento ni tampoco (no del todo) por su ambientación. Lo es por el proyecto en sí y por la forma en que recayó en Lynch. Era el año 1984 cuando la productora Rafaella de Laurentiis le ofreció el proyecto, una gran superproducción de una gran obra que muchos pensaban imposible de adaptar. Lynch era un director en auge muy valorado por la crítica y los medios tras rodar films independientes como Cabeza borradora y El hombre elefante y anteriormente una serie de cortos muy vanguardistas. Era pues, una gran apuesta aceptar este proyecto, que dicho sea de paso, anteriormente había querido ser llevado a la gran pantalla por Alejandro Jodorowsky y que contaría con un Dalí fascinado, a su vez, por el libro y que diseñaría el vestuario y la escenografía junto con los dibujantes Moebius y H.R.Giger, además de interpretar el papel del Emperador Padisha Shaddam IV, pero como parece ser que ese proyecto fue inviable recayó en Lynch la responsabilidad. Y una gran responsabilidad. Dune fue escrito por Frank Herbert en 1964, tratando básicamente del surgimiento de un Mesías en el seno de un imperio galáctico, pero además es un libro muy complejo que describe una sociedad de un futuro lejano que se rige por un sistema cuasi-feudal, con unas castas y órdenes religiosas muy definidas que compiten por el control de la especia melange, que solamente se produce en Arrakis, Dune, el planeta desértico, que es imprescindible por sus efectos geriátricos y porque es la sustancia que proporciona la capacidad para viajar por las grandes distancias del espacio. Ante esto se enfrentaba Lynch y resultó imposible trasladar al completo esta obra a la pantalla grande.

dune critica


Dune, es su trabajo más irregular, la adaptación flaquea, el guión, la ambientación, el vestuario, los actores, todo es muy flojo. El propio Lynch ha comentado que se encontraba atrapado en una malla en la que se entrecruzaban sus preferencias estéticas con los deseos de la productora; el proyecto no estaba en sus manos y de hecho él no tuvo acceso al montaje, incluso posteriormente se editaría un montaje del que el director se desentendió completamente ocultando su nombre bajo el seudónimo de Alan Smithee (el utilizado comúnmente cuando los directores desean permanecer en el anonimato) con aun más metraje y de una calidad muy discutible, quedando solamente para los incondicionales de la obra y como curiosidad televisiva.
La película original en general tiene un ritmo extraño, como si se hubieran quedado sin tiempo para narrar todo, avanza a trompicones hasta la mitad del metraje; en ese momento se produce un aceleramiento antinatural y forzado que hace tambalearse todo el conjunto y conduce la obra a un final fallido. Además, la adaptación de muchos aspectos fundamentales de la obra literaria se alejan mucho de su concepción original, en especial algo tan importante como "los fremen", que en la obra deben mucho a los beduinos del desierto tanto en su religiosidad como en su cultura, algo que no queda representado en absoluto en la película, donde aparecen demasiado "occidentalizados"; de hecho hay un matiz político en esta occidentalización. En el momento en el que se estrenó, las relaciones de EE.UU con el Irán de Jomeini y su república islámica de muyyaidines no pasaban por su mejor momento y resultaba difícil presentar a unos fremen demasiado arábigoscomo los héroes de la película.
Aparte están las ambientaciones de los palacios, y los vestuarios de los soldados, ambientes barrocos y trajes al estilo húsar siglo XIX no muy acordes con la imagen que se puede concebir de un imperio galáctico del año 10000, donde pueden convivir adelantos técnicos con estructuras sociales muy antiguas, sí, pero difícilmente es creíble un vestuario de esas características.
A pesar de estos fallos el toque de Lynch está muy acertado en algunos momentos, sobre todo los oníricos, la decidora de verdad, los sueños de Paul y las visiones al tomar el agua de vida.
Con respecto al casting, en fin, contó con la funesta interpretación de Sting como Feyd Rautha y la no muy acertada del actor fetiche de Lynch en esa época, Kyle Maclachlan no muy asimilable al personaje de Paul Atreides.
Los efectos especiales están bastante bien para la época y son muy originales, especialmente el concepto de los escudos y los gusanos de arena, espectaculares y muy conseguidos, no así los navegantes de la compañía CHOAM ni su forma de plegar el espacio, pero aun así bastante aceptable ya que ambas cosas llevan el sello de la imaginería de Lynch.

En general es una rareza dentro de la filmografía del autor y a pesar de sus fallos se ha convertido en obra de culto entre los seguidores de Lynch. Como curiosidad, observar que posteriormente se hizo otra adaptación de la novela en forma de serie de dos capítulos largos para televisión bastante más fiel a la obra pero que carece del encanto de la primera adaptación.

No hay comentarios :