ROO & ROI, ¿qué esconden las cifras de un evento?

Crece la inversión en eventos a pesar de la recesión económica. Según los expertos, las organizaciones en España destinan un 22% de su presupuesto en marketing online a esta actividad. En 2009 el sector eventos se cifra entre 5.000 y 6.000 millones de euros y emplea aproximadamente a 25.000 profesionales, la mayoría mujeres. En los últimos diez años, el aumento de la inversión ha permitido también una mayor profesionalización de la disciplina, que ha desarrollado métodos eficaces para la medición, la valoración y el análisis de un evento. Este es, precisamente, el objeto de este artículo: ¿cómo, cuándo y por qué medir el resultado de un evento?



La necesidad de capitalizar los recursos empleados y medir el beneficio de cualquier estrategia empresarial se acrecienta en tiempos de escasez. Los eventos constituyen decisiones a menudo complejas y sólo prosperan cuando se entienden estratégicos para los objetivos de una organización, o están ligados íntimamente a los objetivos de negocio: captar clientes, mejorar el posicionamiento, presentar un producto, lograr notoriedad o prestigio público.... El éxito de un evento, o su fracaso, no sólo se puede prever; se debe medir. Y con tiempo, antes de embarcarse en la compleja tarea de organizar un acto.
El coste de realizar este análisis de rentabilidad y valor es relativamente bajo: entre un 3% y un 5% del importe total del evento. La no medición del ROI en un evento puede resultar una imprudencia, sobre todo si la empresa destina grandes sumas a la organización de eventos.
Conseguir una equidad entre el ingreso y el margen de ganancia, con el objeto de lograr el retorno de la inversión (ROI) efectuado, debe marcar el punto de partida a la hora de apostar por una actividad de este tipo. Los logros conseguidos, si ha merecido la pena su ejecución, constituyen solamente algunas de las preguntas que suelen permanecer (en muchas ocasiones) posteriormente y es preciso conocer la respuesta siempre.
Una fórmula conocida en el sector
Hallar el retorno de la inversión requiere de expertos en la materia. Cualquiera que contrate la organización de un evento a una empresa externa especializada, debe asegurarse de que ésta dispone de la metodología de análisis adecuada; de que conoce la fórmula para obtener el ROI.
Ser un profesional exige habilidad en el uso de herramientas sistematizadas dirigidas a la medición del ROI, ROO (Retorno de los Objetivos) y otros parámetros de referencia. Evaluar desde su planificación, hasta la consecuencia de la celebración; tener clara la eficacia del evento, año tras año, debe formar parte de la actividad cotidiana de un organizador de eventos serio.

El término ROI ha sido utilizado de modo abierto en referencia a una amplia variedad de materias, tal y como expuso Susie Amer en ‘El Quinto Elemento’ (Successful Meetings). “Muchos factores afectan a este término. Para obtener este rendimiento hay que incluir todos los aspectos de un evento con el fin de llegar a un valor explícito y definitivo”, aseveró.

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