En los tiempos actuales, todos poseemos gran cantidad y variedad de electrodomésticos en el hogar; los hay más elementales y los hay mucho más complejos; los hay más voluminosos y pesados y los hay que podemos transportar con nosotros a cualquier parte. Pero en cualquier caso, todos los electrodomésticos que tenemos en el hogar comparten dos características esenciales, una positiva y otra negativa.
La positiva es que todos estos electrodomésticos, en su función concreta y en mayor o menor medida, han contribuido a mejorar nuestras vidas haciendo fácil y sencillo lo que antes era difícil y complicado, o permitiéndonos hacer lo que antes, sencillamente, no podíamos.
En el extremo opuesto, todos los electrodomésticos del hogar acaban, tarde o temprano, sufriendo una avería. Puede ocurrir por sí mismos es decir, por defectos de fabricación, o puede ocurrir por causas externas como una subida repentina de tensión eléctrica, o también por un inesperado accidente (se nos cayó al suelo). Es entonces cuando entra en escena el servicio técnico de electrodomésticos.
El servicio técnico de electrodomésticos, también conocido por las siglas SAT (Servicio de Asistencia Técnica), es aquel integrado por profesionales especializados en la reparación de las averías que sufren nuestros electrodomésticos.
Dentro de estos servicios técnicos de electrodomésticos debemos distinguir los servicios oficiales de una determinada marca, firma o fabricante, de aquellos que no lo son. Que el técnico de reparación de electrodomésticos de nuestro barrio no se encuentre adscrito oficialmente a ningún fabricante, no implica que no sea un auténtico profesional de su sector sin embargo hay momentos en los que deberemos evitarlo, ¿por qué?
Cuando uno de nuestros electrodomésticos sufre una avería, los primero será comprobar si se encuentra aún dentro de la cobertura de garantía. En caso afirmativo acudiremos a un servicio técnico oficial pues de lo contrario, cualquier alteración hecha por terceros, podría anular por completo la garantía para posibles futuras averías.
En caso de que el electrodoméstico, aún estando en garantía, su reparación no esté cubierta por la misma, podremos entonces decidir entre el servicio oficial o no, aunque siempre será mejor acudir al oficial por la razón ya expuesta.
Una vez finalizado el período de garantía, e incluso cuando dentro del mismo la avería no esté cubierta, deberemos consultar si poseemos un seguro de hogar que cubra dicha avería. En caso contrario, ya seremos totalmente libres de acudir al servicio técnico que consideremos oportuno si bien, el servicio técnico oficial del fabricante siempre nos aportará, en principio, una mayor confianza.
Cuando uno de nuestros electrodomésticos sufre una avería, los primero será comprobar si se encuentra aún dentro de la cobertura de garantía. En caso afirmativo acudiremos a un servicio técnico oficial pues de lo contrario, cualquier alteración hecha por terceros, podría anular por completo la garantía para posibles futuras averías.
En caso de que el electrodoméstico, aún estando en garantía, su reparación no esté cubierta por la misma, podremos entonces decidir entre el servicio oficial o no, aunque siempre será mejor acudir al oficial por la razón ya expuesta.
Una vez finalizado el período de garantía, e incluso cuando dentro del mismo la avería no esté cubierta, deberemos consultar si poseemos un seguro de hogar que cubra dicha avería. En caso contrario, ya seremos totalmente libres de acudir al servicio técnico que consideremos oportuno si bien, el servicio técnico oficial del fabricante siempre nos aportará, en principio, una mayor confianza.
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