“VIVIENDO EL RESPETO”


Tutoría de Educación Primaria

 FUNDAMENTACIÓN
El Respeto es uno de los valores que sirven como base para sustentar la Ética y la Moral en cualquier campo y época. Respetar es aceptar y comprender a los demás tal y como son ; lo que significa que se acepta y comprende la forma de pensar de los otros aunque no sea igual que la nuestra.
Al hablar de respeto estamos hablando de los demás. Nos estamos refiriendo a establecer hasta donde llegan las posibilidades de hacer o no hacer de cada uno, y dónde comienzan las posibilidades de los demás. Por ello se puede manifestar que el Respeto se encuentra íntimamente ligado a la Libertad, pues es la forma de asegurar el pleno ejercicio responsable y óptimo de la misma, ya sea la Libertad individual o como miembro de un grupo. El respeto resulta ser la base de toda convivencia en sociedad. Las leyes y reglamentos establecen las reglas básicas de lo que debemos respetar.
El respeto es una forma de reconocimiento, de aprecio y de valoración de las cualidades de los demás, ya sea por su conocimiento, experiencia o valor como personas.
Es necesario conocerse a uno mismo, aceptando las posibilidades y las limitaciones, favoreciendo el crecimiento de la autoestima, educando en la asertividad y atendiendo a las facetas afectivas y emocionales de la persona. De esta forma se va construyendo el respeto a uno mismo, imprescindible para manifestar el respeto a los demás y hacia la naturaleza. Por ello, el paso siguiente a favor del desarrollo del respeto a los demás, es trabajar la empatía.
La empatía es el esfuerzo que realizamos para reconocer y comprender los sentimientos y actitudes de las personas, así como las circunstancias que les afectan en un momento determinado. Nos hace interesarnos por las personas que nos rodean y consolidar la relación que nos une a cada una de ellas.

respecto educación
 page3image17736

Según vamos conociendo a las personas, la relación nos facilita descubrir los motivos de enojo, alegría o desánimo de éstas y su consecuente modo de actuar. Por tanto, la empatía implica olvidarnos de nosotros mismos, esforzándonos por considerar los asuntos y sentimientos de los demás, por lo que supone una muestra de genuina comprensión y generosidad.
La empatía dota a la persona de múltiples posibilidades, primero hacia nuestros semejantes, quienes buscan con quien compartir y confiar sus problemas y alegrías, ser escuchados y comprendidos. De esta forma surge una inmejorable oportunidad de procurar el bienestar, desarrollo y perfeccionamiento de las personas, lo cual manifiesta el profundo respeto que les debemos.
El valor de la empatía desarrolla en la persona la capacidad de motivar y encauzar positivamente a las personas; permite que se comprendan y conozcan mejor. Favorece las condiciones de mejorar en familia, obteniendo una mayor colaboración y entendimiento entre todos. En el grupo de amigos garantiza una amistad duradera y con los conocidos abre la posibilidad a nuevas amistades. En la escuela favorece la obtención de un mejor rendimiento, dada la relación que se tiene con los alumnos y la que se crea entre ellos.
Enseñar a interesarse por los demás e identificarse plenamente con ellos, es la mejor forma de transmitir empatía, pudiendo vivir este valor habitualmente, produciendo así un cambio en el entorno social en el que vivimos. Resulta sencillo si nos detenemos a pensar un poco en los demás y en consecuencia, aprenderemos a actuar favorablemente en todas las circunstancias.
La empatía se convierte en una pieza fundamental que nos enriquece y nos identifica mejor como seres humanos.
Pero el Respeto no solamente se refiere a las personas, pues todo aquello que nos rodea, ya sean plantas o animales, ríos, lagos o mares, son merecedores de un profundo Respeto.
Hablamos pues del Respeto a la Naturaleza, que es la protección del medio ambiente, y de forma indirecta, otra forma de trabajar por los demás, ya que hace considerar y actuar a favor de los recursos naturales, y toda forma de vida, lo que incluye la propia. Por ello es necesario despertar una conciencia ecológica, para lo que se debe reflexionar a cerca del sentido que posee toda forma de vida para nosotros.

Probablemente, considerar como propio todo lo que nos rodea, sea el fundamento de esta conciencia ecológica, tomando las precauciones y medidas necesarias para cada caso.
Nuevamente, el ejemplo de cada persona constituye el punto fundamental para la transmisión de los valores.
Tanto el Respeto por uno mismo y los demás como por la Naturaleza, resultan inseparables y dependientes entre sí. Supone un serio compromiso por el bienestar de los demás, solidarizándose para realizar una labor más efectiva, dado que su actitud depende de la firme determinación de mejorar el mundo en el que vivimos.

Considero que sobran los motivos que argumenten una buena defensa a favor de trabajar el Respeto desde el colegio, desde las más tempranas edades en adelante, y día tras día. Y por ello también la elaboración del siguiente plan de acción tutorial, dirigido a alumnos de 6o curso de Educación Primaria.

OBJETIVOS
page6image848

- Potenciar la aceptación de uno mismo y de los demás a partir del desarrollo de sentimientos de autoestima y aceptación de la diversidad.
- Favorecer la empatía y asertividad para el desarrollo de las relaciones humanas.
- Combatir cualquier tipo de discriminación motivada por razón de origen, etnia, religión, condición o capacidad...
- Valorar la importancia de proteger y actuar con responsabilidad en el Medio Ambiente - Educar en el respeto hacia las personas mayores y comprender su necesidad de afecto, amistad y diálogo.
- Reforzar los hábitos personales de orden y limpieza en los lugares que los niños frecuenten (casa, clase, patio, calles, etc...)
- Respetar las normas de cuidado ambiental de todo lugar (depositar basura, reciclar, no hacer fuego, etc...)
- Informar sobre los aspectos básicos de la cultura ecológica.
- Comprender que es responsabilidad de cada uno conservar el mundo en el que viven.


CONTENIDOS
- Respeto a uno mismo:

Favorecer el desarrollo de la autoestima dentro de una comunicación afectiva.
- Respeto a los demás:
Trabajar la Empatía para fomentar el respeto a los demás y la valoración de las experiencias de las otras personas (ancianos, etc...)
- Respeto a la Naturaleza.
page6image11936

CRITERIOS DE EVALUACIÓN
page7image936
  • -  Comprobar su grado de implicación en los debates y tareas.
  • -  Atender a las aportaciones realizadas por cada uno
  • -  Observar la asimilación de los aspectos trabajados mediante su aplicación en su
    vida cotidiana, principalmente en el aula.
  • -  Realizar una reunión con los padres para obtener información sobre sus
    opiniones acerca de la actitud de sus hijos desde la realización de estas sesiones.
DESARROLLO
Las sesiones serán llevadas a cabo durante un tiempo estimado de tres meses, realizándose 9 sesiones distintas en actividades y contenidos, aunque la última de ellas, la “Escuela de Padres”, contará con 2 sesiones más de tutoría para ir elaborando y organizando el material, así como una última sesión que será cuando se realice la visita de los padres a la exposición realizada por sus hijos, tras la hora de la salida de clase, y en un tiempo estimado de una hora. Todas las sesiones serán realizadas en el aula, contando con una duración aproximada de una hora por semana.
page7image10472

SESIONES
page8image848
Respeto a uno mismo:

Primera Sesión: ¡QUIÉN LO IBA A DECIR!
Comenzará esta sesión con la lectura de este cuento, para su posterior

comentario en común y aportación de ideas, conclusiones, etc...

Segunda Sesión: “LA CAJITA DE PREGUNTAS”
Cada alumno/a sentados en círculo, escribe una cualidad que defina al

compañero sentado a su derecha. Todos los papeles se introducen en una caja, donde son mezclados. Posteriormente, cada uno saca un papel y asigna esa característica a la persona que considera que posee dicha cualidad, argumentando por qué. Cuando se han leído todos los papeles, cada uno recoge el que escribió al principio, y explica sobre quién es y porqué elige esa característica. De esta forma todos reciben una valoración, favoreciendo que al finalizar la sesión, se muestren más interesados en conocerse y en compartir opiniones, pues de la misma forma, cada uno deja entrever que tipo de características le importan más.
page8image9256

Respeto a los demás:
page9image960

Primera Sesión: “EL LEÓN Y EL RATÓN”
Para trabajar la Empatía, se procede a la lectura y comentario de este relato, para

introducir así el valor y que cada alumno exprese su opinión.

Segunda Sesión: “MURAL”
Se divide la clase en cinco grupos, y de forma aleatoria, se repartirá un papel con

una frase escrita a cada grupo. Éste debe escribir la palabra en unas cartulinas de colores dadas con la finalidad de realizar un mural, pegando cada cartulina, fruto de la creatividad de los alumnos, sobre un papel continuo para tener así un nuevo mural en el aula que no solo decore sino que recuerde la importancia de respetar a los demás.

Tercera Sesión: “EL COFRE DE VIDRIO”
Para trabajar el respeto a los padres y mayores, se inicia la sesión con la lectura

del cuento y su pertinente comentario. Tras finalizar el debate se introduce la explicación de la actividad a desarrollar en la próxima sesión, dado que es necesario que conozcan en qué consiste dicha actividad, pues deben recabar información sobre su propia familia para su realización.

Cuarta Sesión: “ÁRBOL GENEALÓGICO”
Cada alumno, en un plazo de una semana hasta la siguiente sesión, se ha de

informar sobre sus antepasados, remontándose hasta donde tenga posibilidad, necesitando para ello la colaboración de padres, abuelos, tíos y demás familiares, que han de establecer un vínculo de comunicación con sus hijos mediante el cual cada niño conozca sus orígenes, la historia de su familia, el esfuerzo realizado, las experiencias... En clase deberán escribir la historia de su familia, comentando en común aquellos aspectos que más les hayan llamado la atención.

Respeto a la Naturaleza:
page10image960

Primera Sesión: “BONDAD CON LOS ANIMALES”:
Se inicia la sesión con la lectura de este cuento para posteriormente llevar a

cabo un debate sobre lo que cada uno ha entendido, lo que cada uno piensa y poder así poner en común lo que cada alumno conoce sobre el medio Ambiente: la deforestación, el efecto invernadero, especies en peligro de extinción, contaminación del agua...

Segunda Sesión: “LA PECERA”:
Se divide el aula en dos grupos. Cada uno de ellos tendrá que elaborar una lista

de problemas ecológicos que existen en el mundo y sus causas, contando para ello con 20 minutos. Al acabar este tiempo, cada uno de los grupos ha de presentar al resto de la clase dicha lista. Posteriormente cada grupo deberá encontrar las mejores soluciones a los problemas o dificultades señaladas por sus compañeros del otro grupo. Tanto en los problemas y causas como en las soluciones, todos los miembros del grupo han de estar de acuerdo.

Tercera Sesión: “ESCUELA DE PADRES”:
Con todo lo trabajado anteriormente, se les pide a los alumnos que recopilen

todo tipo de información sobre el respeto a la naturaleza, elaborando sus propios materiales con libertad creativa. La finalidad es realizar una exposición de todas sus investigaciones e ideas en el aula para que los padres accedan a las elaboraciones ecológicas de sus hijos, de tal forma que sean ellos mismos quienes vayan explicándoles todo lo expuesto y aprendido.
Así, un ejemplo sería la construcción de casetas para pájaros, para mostrar cómo el hombre puede poner sus manos al servicio de la repoblación; plantar la semilla de un aguacate en una maceta y mostrar de esta forma cómo funciona el ciclo de crecimiento y alimentación de las plantas y la necesidad de reforestación y el peligro que conllevan los incendios forestales...
Para realizar esta actividad los alumnos dispondrán de tres semanas para recopilar información, construir materiales, elaborar cuentos, folletos explicativos...La elección de cada tarea la realizara cada alumno de forma libre a la hora de imaginar, elegir, crear, etc... Aunque se realizará una lista de cada tarea para poder así organizar la exposición.

MATERIALES NECESARIOS
page11image880
Respeto a uno mismo:
Cuento: “¡Quién lo iba a decir!” “Cajita de preguntas”: papeles y lápiz

Respeto a los demás:
Cuento: “El león y el ratón” y “El cofre de vidrio”
“Mural”: cartulinas, pinturas, pegamento y papel continuo para pegar en él cada palabra y obtener así el mural
“Árbol genealógico”: papel y bolígrafo

Respeto a la naturaleza:

Poesía: “Bondad con los animales”
“Pecera”: papel y bolígrafo
“Escuela de padres”: materiales a especificar por cada alumno según lo que necesite para elaborar la exposición, pero teniendo en cuenta que parte de lo elaborado pueden ir haciéndolo en casa


Respeto a los demás: Empatía 1a Sesión: Cuento
EL LEÓN Y EL RATÓN
Un día un gran león dormía al sol. Un pequeño ratón tropezó con su zarpa y lo despertó. El gran león iba a engullirlo cuando el pequeño ratón gritó:
- Oh, por favor, déjame ir. Algún día puedo ayudarte.
El león rió ante la idea de que el pequeño ratón pudiera ayudarle, pero tenía buen corazón y lo dejó en libertad.
Poco después el león quedó atrapado en una red. Tiró y rasgó con todas sus fuerzas pero las cuerdas eran demasiado fuertes. Dio un potente rugido. El ratón le oyó y corrió hacia ese lugar.
- Tranquilo, querido león, yo te pondré en libertad. Roeré las cuerdas. Con sus afilados dientes, el ratón cortó las cuerdas y el león se salvó de la red.
- Una vez te reíste de mí -dijo el ratón-. Creías que yo era demasiado pequeño para ayudarte. Pero, como ves, debes la vida a un pequeño y humilde ratón.
Esopo.
page12image10008

Respeto a uno mismo. 1a Sesión: cuento
¡QUIÉN LO IBA A DECIR!
page13image1800
Érase una vez una gran ciudad en donde la gente tenía pies y cabeza; allí vivía Mercedes con sus padres y su abuela que la quería mucho porque ella la había criado: le había dado alimento, entretenido, y principalmente, le había enseñado a trabajar en casa.
Merceditas, como la llamaban familiarmente, era bonita, cordial y buena colegiala. Tenía sus amigas con las que jugaba algunas veces. Digo algunas veces porque Merceditas, como todas las niñas y niños, tenía una amiga íntima, aquella a quien le contaba todo, era... su abuela. Sí, ¡cuánto había jugado de pequeña!
A Merceditas le gustaba contar a su abuela todo lo que pasaba en el colegio y en la calle, puesto que ella ya no podía salir como antes; de esta manera se hacían compañía mutuamente, mientras la abuela zurcía los calcetines y doblaba la ropa.
Pero, un día la abuela descubrió que no veía lo suficiente para enhebrar las agujas de coser. Merceditas se dio cuenta en seguida y para dar ánimo a la abuelita le enhebraba las agujas con mucho ahínco y le hacía más compañía que nunca.
Este suceso las unió aún más, de tal manera que Merceditas casi no salía con las amigas.
Los padres de la niña decidieron que aquella situación no podía continuar y después de recorrer muchas tiendas y mercados encontraron una máquina, un invento pequeño que enhebraba las agujas. La compraron y, muy satisfechos se la regalaron a la abuela.
De esta manera la niña estaría más libre para salir con las amigas, y la abuela podría pasar las horas zurciendo y zurciendo... pensaban los padres.
Pasadas algunas semanas la máquina se perdió y mientras la buscaban, Merceditas volvió a ayudar a su abuela, ésta cambió la cara y se puso muy alegre porque volvían a hablar y a estar juntas.

Como no se encontró la máquina, un buen día la madre compró otra máquina de enhebrar y Merceditas tuvo que volver a salir con sus amigas. Al poco tiempo se volvió a perder la máquina y por tercera vez, la madre de Merceditas compró otra.
Una tarde mientras hablaban, Merceditas vio que su abuela estaba muy callada y tenía los ojos llorosos.
-"¿Qué le pasa, abuelita?"
"Merceditas -dijo la abuela cogiéndole las manos- ¿Podrías perdonarme? He sido muy egoísta... verás... esta vez la máquina de enhebrar no se ha perdido, yo la eché a la basura. Lo hice para no perder tu compañía. ¡Te quiero tanto!"
-"¡Abuela! -dijo Merceditas abrazándola- ¡Yo también te quiero mucho! Quiero que sepas que la segunda máquina tampoco se perdió, yo la eché a la papelera del colegio."
La abuela muy sorprendida, acariciaba a su nieta, mientras Merceditas, pensaba contárselo todo a sus padres y hacer lo imposible para que comprendieran que ella era más feliz junto a la abuela que saliendo con sus amigas. Amigas, siempre tendría, pero de abuela quizás le quedaba poco tiempo y quería aprovecharlo al máximo.

Respeto a la Naturaleza 1a Sesión: Cuento
BONDAD CON LOS ANIMALES

Niño, nunca hagas daño
A las criaturas que están vivas; Que vuele el amable petirrojo
A tu hogar en busca de migajas, Pues cuando le ofrezcas alimento
Él te pagará con su canción.
A la tímida liebre no lastimes Cuando asome en los verdes pastizales; Que se acerque a jugar y retozar
En el césped al final del día.
La alondra raudamente se remonta Al cielo y sus ventanas rutilantes, Con un canto de eterna primavera, Con un vuelo de ala infatigable. ¡Deja que entone su dichoso canto! No lastimes a estas criaturillas.

page15image7056
William J Bennett.

Respeto a los demás: respeto a los mayores 3a Sesión: Cuento
EL COFRE DE VIDRIO
Érase una vez un anciano que había perdido a su esposa y vivía solo. Había trabajado duramente como sastre toda su vida, pero los infortunios lo habían dejado en bancarrota, y ahora era tan viejo que ya no podía trabajar. Las manos le temblaban tanto que no podía enhebrar una aguja, y la visión se le había enturbiado demasiado para hacer una costura recta. Tenía tres hijos varones, pero los tres habían crecido y se habían casado, y estaban tan ocupados con su propia vida que sólo tenían tiempo para cenar con sus padres una vez por semana.
El anciano estaba cada vez más débil, y los hijos lo visitaban cada vez menos.
-No quieren estar conmigo ahora -se decía- porque tienen miedo de que yo me convierta en una carga.
Se pasó una noche en vela pensando qué sería de él y al fin trazó un plan.
A la mañana siguiente fue a ver a su amigo el carpintero y le pidió que le fabricara un cofre grande. Luego fue a ver a su amigo el cerrajero y le pidió que le diera un cerrojo viejo. Por último fue a ver a su amigo el vidriero y le pidió todos los fragmentos de vidrio roto que tuviera.
El anciano se llevó el cofre a casa, lo llenó hasta el tope de vidrios rotos, le echó llave y lo puso bajo la mesa de la cocina. Cuando sus hijos fueron a cenar, lo tocaron con los pies.

-¿Qué hay en ese cofre? -preguntaron mirando bajo la mesa-
- Oh, nada -respondió el anciano-, sólo algunas cosillas que he ahorrado.

Sus hijos lo empujaron y vieron que era muy pesado. Lo patearon y oyeron un tintineo.
-Debe estar lleno con el oro que ahorró a lo largo de los años -susurraron.
page16image17216

Deliberaron y comprendieron que debían custodiar el tesoro. Decidieron turnarse para vivir con el viejo, y así podrían cuidar también de él. La primera semana el hijo menor se mudó a la casa del padre, y le cuidó y le cocinó. A la semana siguiente lo reemplazó el segundo hijo, y la semana siguiente acudió el mayor. Así siguieron por un tiempo.
Al fin el anciano padre enfermó y falleció. Los hijos le hicieron un bonito funeral, pues sabían que una fortuna les aguardaba bajo la mesa de la cocina, y podían permitirse un gran gasto.
Cuando terminó la ceremonia, buscaron en toda la casa hasta encontrar la llave, y abrieron en cofre, encontrandolo lleno de vidrios rotos.
-¡Qué triquiñuela infame! -exclamó el hijo mayor-. ¡Qué crueldad hacia sus hijos!
-¿Pero qué podía hacer? -preguntó tristemente el segundo hijo-. Seamos francos. De no haber sido por el cofre, lo habríamos descuidado hasta el final de sus días.
-Estoy avergonzado de mí mismo -sollozó el hijo menor-. Obligamos a nuestro padre a rebajarse al engaño, porque no observamos el mandamiento que él nos enseñó cuando éramos pequeños.
Pero el hijo mayor volcó el cofre para asegurarse de que no hubiera ningún objeto valioso oculto entre los vidrios. Desparramó los vidrios en el suelo hasta vaciar el cofre. Los tres hermanos miraron silenciosamente dentro, donde leyeron una inscripción, que el padre les había dejado en el fondo: honrarás a tu padre y a tu madre.
Citado por William J. Bennett. El libro de las virtudes.

Respeto a los demás Segunda Sesión: Mural
page18image1192 page18image1352
“No camines delante de mí, porque podrías perderme No camines detrás de mí, porque podría perderte No camines debajo de mí, porque podría pisarte No camines encima de mí, porque podrías pesarme Camina a mi lado, porque somos iguales”
18
BIBLIOGRAFIA
page19image864
“Déjame que te cuente... Los cuentos que me enseñaron a vivir” Jorge Bucal. Editorial R.B.A.
“Teoría y práctica de la educación” Valentín Martínez otero. Editorial CCS
“50 cosas que los niños pueden hacer para salvar la Tierra” John Javna. Editorial MC

“Cómo desarrollar la lectura crítica”
Colección educación y enseñanza. Editorial Ceac

www.revista.consumer.es www.educa.aragob.es www.educar.org www.geocities.com www.ctv.es
page19image5408 page19image5568 page19image5728

ANEXOS

COMO TRATAR A LOS ANCIANOS
page21image1000
Respeto, atención, cariño e integración en la vida de cada día. Estamos desconcertados. Se nos decía que nos convertimos en adultos sólo cuando nos quedamos sin padres, cuando perdemos su referencia y debemos buscarnos un espacio independiente en el mundo. Pero ¿qué ocurre cuando, como afortunadamente pasa a menudo, superamos los cuarenta y todavía nuestros hijos disfrutan de los mimos de sus abuelos?
El problema que para las familias suponen las personas de edad avanzada se plantea incluso en lo más elemental: no sabemos ni cómo referirnos a ellas. Tercera edad, personas mayores, viejos, abuelos, ancianos... Cada expresión tiene sus connotaciones, la elección no es baladí.
En el fondo, este problema de denominación manifiesta la incertidumbre que padecemos ante los grupos socialmente menos favorecidos, o marginados de la vida cotidiana. ¿Dónde los colocamos? ¿Cómo los valoramos? ¿Cómo los tratamos? ¿Qué hacer para que no se automarginen, para que intervengan en el devenir de la sociedad? Un matiz importante: este desconcierto ante el fenómeno de la vejez lo muestran las familias y las generaciones más jóvenes, pero también las propias personas de edad avanzada.
Convengamos en que la imagen que sobre la vejez trasmite las sociedades económica y socialmente desarrolladas dista mucho de resultar atractiva o envidiable. En parte, puede explicarse por la decepción de contemplar que se va perdiendo el sitio, el protagonismo, el poder físico, intelectual, sexual, económico, laboral¿ Es una situación, aceptémoslo, compleja, con aspectos objetivamente negativos y difícil de ser percibida como deseable. Y más en un mundo en que el deseo se ha erigido en el motor de la vida económica e incluso en móvil de decisiones en el espacio de lo personal.
La sociedad excluye a los ancianos y ellos mismos parecen en muchos casos dispuestos a arrinconarse en el furgón de cola, el de los menos activos. Desde esas dos dimensiones complementarias debemos contemplar la situación: qué podemos hacer por el colectivo de los viejos y qué pueden hacer ellos por sí mismos. Para empezar, una de las asignaturas pendientes de esta sociedad que envejece a un ritmo que demógrafos, economistas y psicólogos no dudan en calificar de preocupante, es cómo cambiar la imagen del envejecimiento, paso indispensable para que tanto las personas que entran en esa fase vital como la sociedad en general modifiquen sus actitudes ante los ancianos.
Cuando alguien, refiriéndose a una persona mayor, dice: "qué bien, qué joven está", implícitamente está afirmando que lo bueno, en realidad, es ser joven. Lo demás son apaños. Está manifestando que lo que se aprecia socialmente es la juventud, y que ser viejo no es un valor, sino casi un defecto. Otra frase reveladora: "En mis tiempos¿", da a entender que su oportunidad, su sitio, ya han pasado: que no hay un hueco relevante para los ancianos. Poco a poco, se va asentando la presunción, cuando no la convicción, de no pertenecer a esta época. Así, la persona mayor se siente excluida y cada día confirma que va perdiendo relevancia social.
Pero ser viejo tiene sus cosas positivas. Sin ir más lejos, sentirse protagonista de su propia evolución como persona y, más que nunca, un importante miembro de la comunidad a la que pertenece. La sociedad, no lo neguemos (¿cuántas películas de TV o cine, anuncios, o pases de modelos tienen por protagonistas principales a personas mayores?) discrimina a los viejos, pero éstos también tienen alguna responsabilidad en tanto que, a veces inconscientemente, participan activamente ("eso es cosa de jóvenes, que decidan ellos") en este proceso de segregación y desconsideración de los mayores.
¿Qué hacer para integrar a los ancianos en la vida cotidiana?
En primer lugar, trasmitir a la sociedad en su conjunto las necesidades de los viejos, qué piensan, cómo se sienten. Todos deberíamos saber que es una situación que nos va a llegar, no podemos seguir mirando a otro lado, y negarnos a nosotros mismos que nos acercamos, o que ya hemos llegado a la Tercera Edad.
Es difícil, porque los intereses de mercado han instalado el mito de la juventud y han dictado que esa fase de nuestra vida, efímera por definición, debe perdurar indefinidamente. Cada arruga es una herida que debemos ocultar, en lugar de la feliz constatación de que seguimos viviendo, disfrutando de nuestro crecimiento personal y de otros placeres anteriormente desconocidos o insuficientemente valorados.
Una decisión personal:
En realidad, ¿qué es ser viejo? La mayoría de las definiciones subrayan los aspectos deficitarios, negativos: la vulnerabilidad, la propensión a las enfermedades, la progresiva marginación, el acercamiento de la muerte. El envejecimiento es un hecho ineludible, pero el considerarse agotado, en régimen de bajas revoluciones y al margen de las cuestiones que afectan a la sociedad en su conjunto, es una opción estrictamente individual.
Cada persona decide paulatinamente, a veces por simple hastío, otras por convencimiento, que reducirá drásticamente su ritmo vital, que no hará deporte, ni aprenderá informática, ni viajará, ni practicará el sexo¿ En otras palabras, cada uno, en decisión personal e intransferible, establece cuándo "es viejo para...". No es lo mismo un jubilado que sigue con sus paseos y acude regularmente a la piscina, sigue la actualidad leyendo diarios, frecuenta a sus amigos y familiares, va al cine o al teatro, juega al ajedrez, participa en un taller de escritura, milita y colabora en una ONG o partido político, que otro cuyas únicas actividades reseñables son dormir, ver la TV, jugar a cartas y quejarse de sus enfermedades ante sus compañeros pensionistas.
Integrar a los mayores
En octubre de 1.999 se inauguró la conmemoración del Año de las Naciones Unidas de las Personas Mayores, bajo el lema "Una sociedad para todas las edades". Se trabajó para que se partiese de una sociedad con un "diseño para todos"; crear y producir pensando en todas las personas y tener en cuenta las necesidades o dificultades específicas de todas aquellos que no cuentan con toda la capacidad, autonomía o habilidad física, psíquica o sensorial que se suponen habituales. Un diseño que debiera generalizarse en todos los ámbitos de la vida cotidiana, pública y privada.
Pero este "diseño para todos" deberá ser, ante todo, una filosofía basada en la igualdad de derechos de todas las personas. Ha de incluir además una consulta previa a los posibles usuarios, ya que son éstos quienes están en mejores condiciones de señalar sus necesidades y las dificultades y limitaciones con las que se encuentran.
Respeto, atención y cariño son los tres principios básicos en la relación con nuestros mayores. Respeto a su momento psicofísico, a su ritmo propio, a sus valores y concepciones, a sus comportamientos, a sus deseos y querencias, a su propia organización de la vida. Ello no implica estar de acuerdo siempre con ellos cosas y habría que distinguir dónde está la frontera entre lo que estos desencuentros afectan a la vida de los no mayores. El consenso es la fórmula más deseable. De todos modos, los mayores tienen derecho a elegir cómo quieren vivir, porque inmiscuirnos e imponer nuestros criterios equivale a un abuso de poder y a una falta de respeto a su libertad.
La atención al anciano será siempre desde una escucha abierta, positiva y sin juicios de valor ni prejuicios. Esta atención lleva implícita la dedicación de un cierto tiempo para escuchar cómo está esa persona mayor, cómo vive, qué quiere, qué le gusta, cómo percibe sus recuerdos y experiencias. Esta actitud es muy diferente a la de "oir las batallitas del abuelo". La escucha de la que hablamos es humana y está teñida de aprecio, consideración, cercanía y acompañamiento.
Ya en el último de los tres principios citados, el cariño debemos proporcionárselo a los mayores en grandes dosis, porque en esta edad se valora más que nunca el afecto, la sensibilidad que dejamos escapar a menudo por la servidumbre que mostramos ante la seriedad, el trabajo, el sagrado concepto del deber, los prejuicios, la timidez y la vergüenza. Pero no nos referimos a un cariño ensimismado o ñoño, sino más bien a ese cariño que se trasmite a través de ese interés por lo que les ocurre a nuestros mayores, por el respeto, la escucha, ese tiempo de dedicación... y que se traduce en nuestros gestos, nuestra mirada, nuestro tono cálido a la hora de dirigirnos a ellos. Y también, por qué no, el cariño manifestado mediante la caricia: esa mano que se posa, que presiona, que agarra, ese abrazo que funde la distancia y ese beso que hace sentir que no se está solo y que se es querido y valorado.
Mucho diálogo
El diálogo y la solidaridad intergeneracional son los resortes insustituibles para promover el aprovechamiento de la riqueza cultural de las personas de edad avanzada y la mejora de su autoestima, además de para sentar las bases de una óptima integración de los mayores en la sociedad. Ser mayor no debe constituir un obstáculo para ser feliz. El camino deseable sería ir hacia una envejecimiento saludable, porque hacernos mayores (¿cuándo empezamos a ser realmente unos viejos, a los sesenta, a los setenta... y por qué?) no es sinónimo de enfermedad, y uno de los retos de nuestra época es vivir más, pero también mejor.
Independientemente de la edad cronológica de un individuo, su "interés por la vida" es el factor clave de la existencia y no sólo depende de esa persona, sino también de las redes sociales en las que funciona su vida. Las relaciones con las personas mayores han de estar enmarcadas en ese principio de solidaridad e interés por lo que les ocurre. Hemos de aportar lo mejor de nosotros mismos y adquirir la destreza de transformar las dificultades en posibilidades de mejora. Esto es, en percibir los problemas como oportunidades y como medios de superarnos como personas.
La madurez de la experiencia nos dice que las barreras que surgen a lo largo de la vida no pueden impedir nuestro desarrollo; al contrario, representan una invitación a replantearnos los límites de nuestra creatividad o como diría P. Freire a darnos cuenta de que somos seres en transformación y no en adaptación. A ser conscientes de lo devastador de los enfados y de las actitudes negativas y pesimistas.


Declaración universal de los derechos del animal
Londres, 23 de septiembre de 1977
Adoptada por la Liga Internacional de los Derechos del Animal y las Ligas Nacionales afiliadas en la Tercera reunión sobre los derechos del animal, celebrada en Londres del 21 al 23 de septiembre de 1977. Proclamada el 15 de octubre de 1978 por la Liga Internacional, las Ligas Nacionales y las personas físicas que se asocian a ellas. Aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y posteriormente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)

Preámbulo

Considerando que todo animal posee derechos,
Considerando que el desconocimiento y desprecio de dichos derechos han conducido y siguen conduciendo al hombre a cometer crímes contra la naturaleza y contra los animales,
Considerando que el reconocimiento por parte de la especie humana de los derechos a la existencia de las otras especies de animales constituye el fundamento de la coexistencia de las especies en el mundo,
Considerando que el hombre comete genocidio y existe la amenaza de que siga cometiéndolo,
Considerando que el respeto hacia los animales por el hombre está ligado al respeto de los hombres entre ellos mismos,
Considerando que la educación debe enseñar, desde la infancia, a observar, comprender, respetar y amar a los animales,
Se proclama lo siguiente:

Artículo 1.
Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la
existencia.
Artículo 2.

a) Todo animal tiene derecho al respeto.
b) El hombre, en tanto que especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a los otros animales o de explotarlos violando ese derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales.
c) Todos los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre.

Artículo 3.

a) Ningún animal será sometido a malos tratos ni actos crueles.
b) Si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia.

Artículo 4.

a) Todo animal perteneciente a una especie salvaje, tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático y a reproducirse.
b) Toda privación de libertad, incluso aquella que tenga fines educativos, es contraria a este derecho.

25
Artículo 5.

a) Todo animal perteneciente a una especie que viva tradicionalmente en el entorno del hombre, tiene derecho a vivir y crecer al ritmo y en las condiciones de vida y de libertad que sean propias de su especie.
b) Toda modificación de dicho ritmo o dichas condiciones que fuera impuesta por el hombre con fines mercantiles, es contraria a dicho derecho.

Artículo 6.

a) Todo animal que el hombre ha escogido como compañero tiene derecho a que la duración de su vida sea conforme a su longevidad natural.
b) El abandono de un animal es un acto cruel y degradante.

Artículo 7.
Todo animal de trabajo tiene derecho a una limitación razonable del tiempo e
intensidad del trabajo, a una alimentación reparadora y al reposo.
Artículo 8.
a) La experimentación animal que implique un sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos del animal, tanto si se trata de experimentos médicos, científicos, comerciales, como toda otra forma de experimentación. b) Las técnicas alternativas deben ser utilizadas y desarrolladas.
Artículo 9.
Cuando un animal es criado para la alimentación debe ser nutrido, instalado y transportado, así como sacrificado, sin que de ello resulte para él motivo de ansiedad o dolor.
Artículo 10.

a) Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre.
b) Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirvan de animales son incompatibles con la dignidad del animal.

Artículo 11.
Todo acto que implique la muerte de un animal sin necesidad es un biocidio, es
decir, un crimen contra la vida.
Artículo 12.

a) Todo acto que implique la muerte de un gran número de animales salvajes es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie.
b) La contaminación y la destrucción del ambiente natural conducen al genocidio.

Artículo 13.

a) Un animal muerto debe ser tratado con respeto.
b) Las escenas de violencia en las cuales los animales son víctimas, deben ser prohibidas en el cine y en la televisión, salvo si ellas tienen como fin el dar muestra de los atentados contra los derechos del animal.

Artículo 14.

a) Los organismos de protección y salvaguarda de los animales deben ser representados a nivel gubernamental.
b) Los derechos del animal deben ser defendidos por la ley, como lo son los derechos del hombre.


No hay comentarios :