El Tarot es una de las llamadas "ciencias" de la adivinación basada en una baraja de cartas repletas de todo tipo de simbología que, de acuerdo a unos conocimientos previos, permiten la adivinación del futuro.
La creencia más extendida señala su origen en la Italia del siglo XIV y en un juego de naipes sin embargo la realidad es que se trata de un juego inspirado en otros parecidos y mucho más antiguos que ya existían a comienzos del siglo XII en China y también a la India. De adió se extendió a Italia, luego a Francia y, a partir de entonces, por el resto de Europa y el mundo.
No faltan quienes consideran que fue introducido en Europa de la mano de los gitanos procedentes de Asia Central e incluso quien considera, como es el caso del erudito Oswald Wirth, que el taro es una invención que aparece en plena Edad Media como resultado de la fusión de diversas filosofías y simbología más antiguas como la numerología, la cábala, los naibis o la astrología.
El taro llegó a España a lo largo del siglo XIV ya que no es hasta la obra del obispo Lope Berrientos del siglo XV cuando se tiene constancia de ello.
Si su origen es polémico, no lo es menos su etimología habiendo quienes señalan el origen del término Tarot en el chino, el griego, el hebreo, el latín, el árabe e incluso de los fenicios.
Discusiones al margen, lo evidente es que el Tarot es el fruto de una combinación de filosofías, culturas, religiones y simbología muy antiguas que acabaron por conformar una baraja de 78 cartas divididas en dos grupos: los Arcanos Mayores y los Arcanos Menores, siendo posible su lectura bien exclusivamente con los primeros, bien con ambos, pero no únicamente con los Arcanos Menores.
Los Arcanos Mayores, integrados por 22 cartas, representan el Universo, tanto en su vertiente terrenal como espiritual, y en su interpretación y significado intervienen todo tipo de símbolos (colores, gestos, posiciones, numerología, etc.)
Los Arcanos menores los constituyen el resto de las 56 cartas, llamadas triunfos o naipes y que, al igual que en la baraja española, se disponen desde el AS hasta el X seguidos por la Sota o Valet, la Reina y el Rey.
En la actualidad, y gracias a la difusión de las nuevas tecnologías y medios de comunicación, la práctica del tarot se encuentra en su punto de máxima extensión estando presente a través del teléfono, internet o televisión, además de la oportuna vivita presencial al o la tarotista.
Existe una gran variedad de Tarot siendo los que tuvieron más éxito el de Marsella, los españoles y los italianos, además de el de Yale, el de Brera o Branbilla, el de Minchiate en Florencia, el Gringonneur o baraja de Carlos V, el de Colleoni, el de Mantegna, el de Visconti-Sforza del siglo XV en Bergamo, el egipcio, el gitano, el Alemán, el Alquimístico, el de París, el de Aleister Crowley de 1944, el Clásico de Piamonte, el Erótico de Lucca Raimondo del año 2000, o el de Dalí entre otros tantos.
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