La celulitis bacteriana es un tipo de celulitis
infecciosa especialmente grave dado que, en caso de no tomar las medidas
adecuadas para combatirla, podría incluso poner en serio riesgo la vida de la
persona que la pedece.
Este tipo de celulitis no se limita a esas
acumulaciones de toxinas y grasa que se producen en las piernas y glúteos y,
aunque normalmente se asocia a la mujer, principalmente debido al tratamiento
que de ella hace la publicidad, lo cierto es que también afecta a los hombres.
Tratar la celulitis bacteriana, por tanto, es
extremadamente importante pues de no hacerlo, la infección que la provoca
podría extenderse a la sangre y alcanzar los nódulos linfáticos. Calor, dolor,
inflamación, fiebre en el área afectada por la celulitis bacteriana son los
síntomas de esta enfermedad. Cuando se percibe cualquiera de ellos, es
altamente recomendable acudir al especialista pero también podemos poner en
práctica algunos remedios caseros que resultarán de gran ayuda, siempre como
complemento al tratamiento prescrito por el médico.
Aunque este remedio será del agrado de muy pocos,
masticar tres dientes de ajo diarios, y tomarlos, será de enorme ayuda para
combatir la celulitis bacteriana.
También el yogur es un gran aliado pues favorece el
incremento de bacterias beneficiosas, enemigas de las que producen la celulitis
bacteriana.
Y algo tan simple como el agua no lo deberemos
olvidar. Eleva la ingesta diaria de agua al menos a tres litros diarios y de
esta forma podrás eliminar la bacteria a través de la orina más rápidamente.
Por último, hierbas naturales. La caléndula y la
equinácea resultan formidables en la batalla contra la celulitis bacteriana.
Ambas son un gran apoyo para fortalecer y potenciar nuestro sistema
inmunológico por lo que no sólo deberíamos tomarlas al padecer celulitis
bacteriana, si no que han de estar presentes en nuestros hábitos diarios.
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