Cómo combatir y controlar el estrés


En los últimos cien años se han realizado numerosas investigaciones sobre el estrés; algunas teorías han sido integradas y aceptadas mientras que otras siguen siendo debatidas.

En este, y en el siguiente artículo, trataremos de entender un poco mejor el estrés y lo que podemos hacer para controlarlo y combatirlo.

Definición de estrés

Existen multitud de definiciones, algunas de las cuales lo abordan indistintamente desde la perspectiva del estrés como estímulo, como respuesta o como consecuencia.

En la actualidad cobra auge las teoría interaccionistas del estrés que plantean que el estrés es el resultado de la interacción entre las características de la persona y las demandas del medio. La respuesta al estrés es una respuesta automática del organismo a cualquier cambio ambiental externo o interno, mediante la cual se prepara para hacer frente a las posibles demandas que se generan como consecuencia de la nueva situación. Por ello, no es malo en sí mismo, al contrario, facilita el disponer de recursos para enfrentarse a situaciones que se suponen excepcionales.

El estrés  es una reacción normal de la vida de las personas y es producido por el instinto del organismo de protegerse de las presiones físicas o emocionales o, en situaciones extremas, del peligro.

Claude Bernard en 1867 sugiere que los cambios externos en el ambiente pueden perturbar el organismo y que una de las principales características de los seres vivos reside en su poder de mantener la estabilidad de su medio ambiente interno aunque se modifiquen las condiciones del medio externo. Aquí llegamos a un concepto importante,” la estabilidad del medio ambiente interno es la condición indispensable para la vida libre e independiente”.

Sin duda lo que caracteriza y distingue la vida y al ser vivo es la facultad de adaptación al cambio.
La afirmación de Bernard es uno de los primeros reconocimientos de las consecuencias provocadas por la ruptura del equilibrio en el organismo, o sea someter a éste al estrés.

Según Hans Seyle  “el estrés es la respuesta inespecífica del organismo ante cualquier exigencia”.
Cannon  insistió sobre la estimulación del SN y en la descarga de adrenalina que se produce cuando hay agresiones, ya que este sistema autónomo provoca  a su vez modificaciones cardiovasculares que preparan el cuerpo para la defensa. En esto se basa Seyle para sus experiencias y la evolución de sus estudios con relación al Síndrome General de Adaptación, y su enorme repercusión en los diferentes órganos de los seres humanos y también de los animales.

Seyle fue uno de los fundadores de la investigación sobre el estrés, y destaca que en sí el estrés no es bueno ni malo, y hace hincapié en que los efectos bioquímicos del estrés se observan con independencia de si la situación es positiva o negativa.

Actualmente el estrés se considera como algo negativo, con efectos bioquímicos dañinos a largo plazo, estos efectos han sido poco observados en situaciones positivas.


combatir estrés


La definición más aceptada sobre el estrés( atribuida a Richard S Lázaro) es que “el estrés es una condición o sensación que se experimenta cuando una persona percibe que las demandas exceden los recursos personales y sociales que el individuo es capaz de movilizar”. En definitiva cuando pensamos que hemos perdido el control de los acontecimientos.

Walter Cannon(1932), demostró con sus trabajos que cuando un organismos experimenta un choque o percibe una amenaza, libera hormonas que ayudan a sobrevivir. En el hombre esto le acarrea una mayor frecuencia cardiaca y presión arterial, aumenta la sudoración. Todo ello para enfrentarnos a esa “amenaza”.

Cuando la amenaza es pequeña la respuesta está en consonancia. Pero todo esto tiene consecuencias negativas, nos sentimos excitables, ansiosos, nerviosos e irritables. Incluso temblor y palpitaciones y podemos tener dificultad para realizar habilidades precisas y controladas. Y nos encontramos que somos menos capaces de tomar buenas decisiones.

Así pues el estrés puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o ansioso.

El estrés es una sensación que en bajas dosis puede ayudarlo a uno a hacer cosas. No afecta a todo el mundo de la misma manera. Al estar estresado podemos notar:
  • frecuencia cardíaca más rápida
  • latidos cardíacos saltones
  • respiración rápida
  • sudoración
  • temblores
  • mareos
Otros síntomas serían: boca seca, necesidad frecuente de orinar, problemas para deglutir etc. Observamos mayor dificultad de concentración, mayor cansancio o perder la serenidad con mayor frecuencia. Así como problemas sexuales, problemas para conciliar el sueño o quedarse dormido  y pesadillas.

Control del Estrés

Existen muchas habilidades probadas que podemos usar para combatir y controlar el estrés. Éstas nos ayudan a mantener la calma y son eficaces en situaciones de alta tensión,  y nos ayudan a evitar los problemas de estrés a largo plazo.

Combatir el estrés implica controlar y reducir la tensión que ocurre en situaciones estresantes, haciendo cambios emocionales y físicos. El grado de estrés y el deseo de hacer modificaciones determinarán qué tanto cambio tiene lugar.

Evaluación del estrés:
  • Actitud: la actitud de un individuo puede influir para que una situación o una emoción sea estresante o no. Una persona con una actitud negativa a menudo conllevará más estrés de lo que haría una persona con una actitud positiva.
  • Alimentación: una dieta deficiente conlleva un estado de estrés físico y debilita el sistema inmunitario. (alimentos poco saludables, comer insuficientemente, o no tener horario de comida).  Este estrés físico disminuye la capacidad para enfrentar el estrés emocional.
  • Actividad física: fomenta la sensación de bienestar.
  • Sistemas de apoyo: Todos necesitamos a alguien a nuestro lado cuando nos encontramos en situaciones difíciles. Tener poco apoyo o ninguno hace que las situaciones estresantes sean más difíciles de manejar.
  • Relajación: Todos aquellos que no tienen intereses externos, pasatiempos o diversas formas de relajarse pueden sentirse menos capaces de manejar situaciones estresantes.
  • Dormir: Dormir 7 o 8 h al día ayuda a descansar y hacer frente al estrés.


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