Ya ha pasado suficiente tiempo para que podamos mirar la década de los 90 con perspectiva… y juzgarla. Los acusados en este primer juicio son Marie Fredriksson y Per Gessle, miembros del exitoso dúo sueco Roxette. En el papel de fiscal está el director de cine y guionista Borja Cobeaga y como abogado defensor, el guionista Cristóbal Garrido. Se abre la sesión.
VEREDICTO: CON 4 VOTOS A FAVOR Y 5 EN CONTRA, ROXETTE SON DECLARADOS CULPABLES.
BORJA COBEAGA: EN CONTRA
Roxette representa en muchos
aspectos lo que significaron los 90 en general. Los adjetivos que podemos
aplicar al dúo sueco son los mismos con los que podemos calificar la década
entera: insípidos, blandos, olvidables, aburridos.
“Creo
que la gran diferencia entre Roxette y ABBA es que nosotros estamos mucho más
orientados a la música rock que ABBA.” Las
comparaciones entre los dos grupos suecos resultaban inevitables: por su origen
geográfico y por su capacidad de liderar las listas en todo el mundo. Estas dos
bandas suecas fabricaban temas pegadizos con una facilidad asombrosa pero… ¿de
verdad eran Roxette más rockeros? Si nos remitimos a las pruebas, la única
demostración de “actitud” está en la constante aparición de una guitarra al
cuello de Per Gessie, la mitad masculina del dúo. Pero permítanme considerar su
presencia más un elemento de atrezzo que de autenticidad. La imagen que nos
viene a la cabeza cuando pensamos en Roxette es una combinación de mechas, laca
y “Pretty Woman”. No parece que la inclusión de su tema más conocido, “It must have been
love”, en la famosa comedia romántica sirva como
ejemplo de que por las venas de estos suecos corriera sangre rockera.
Es cierto que llevar horchata en las venas no es un crimen. “Dar
igual” tampoco es pecado. Por eso no pido una condena severa. Porque Roxette y
los 90 se han condenado a sí mismos: condenados al olvido.
CRISTÓBAL GARRIDO: A FAVOR
Roxette fue
una máquina de éxitos. Unos auténticos Onehundred-Hit
Wonder. Todos mis roadtrips imaginarios comienzan con una de sus
canciones. Vale, sí… puede que fueran un poco horteras (¿qué grupos en los que
sus componentes son familia no lo son?) y puede que provocaran un poco de risa
cuando se ponían “rockeros”. Pero durante una década dieron en el clavo una y
otra vez con éxitos que llegaron tanto a su público como a todos aquellos que
se creían fuera de su campo de influencia. No me creo que no hayan tarareado
jamás The look, Sleeping in my car, How do you do! O Dressed for
success.
Por no hablar de ese baladón que, como buen hit de los noventa, formó parte de la banda sonora de una peli de éxito. It must have been love suena puntualmente en todos y cada uno de los pases de Pretty Woman. Y no se me ocurre mayor identificación entre fenómenos: Roxette es a la música lo que la peli de Julia Roberts al cine. Te gustaría escapar de ellos, pero se está tan a gustito a su lado.
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