Uno de los principales obstáculos en las relaciones entre pueblos, países, culturas, civilizaciones, es el idioma. Aunque en el mundo apenas existen una par de cientos de países, la realidad es que todos estos miles de millones de habitantes emplean para comunicarse miles de lengua, algunas muy residuales, otras profundamente extendidas. Aprender todos estos idiomas para poder tener una comunicación fluida y entendernos con cualquier habitante del planeta es absolutamente imposible sin embargo, uno de esos idiomas, a pesar de no ser el más hablado del mundo, se ha ido posicionado como lengua "comodín" adquiriendo una importancia cada vez mayor. Hablamos de la lengua de Shakespeare, hablamos del inglés.
La razones que han llevado a esta situación son múltiples pero entre todas ellas destacan especialmente dos. Por una parte el papel dominante de Estados Unidos en el mundo que le ha llevado a exportar su cultura y, por tanto, también su lengua. Por otro lado, el rápido proceso de progreso, avance y expansión de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, especialmente internet, cuyos responsables son originarios, en gran parte, precisamente de Estados Unidos, hablan inglés y, por tanto, desarrollan los programas y aplicaciones en inglés.
En esta situación el inglés se ha convertido, o al menos va camino de hacerlo, en una lengua global y, como antes decía, lengua comodín. Podemos viajar, por ejemplo, a Rusia. Casi con toda seguridad no hablaremos ruso ni tampoco nos entenderán en castellano sin embargo, si sabemos inglés, seguro que podremos comunicarnos fácilmente.
El aprendizaje del inglés es por tanto imprescindible, ahora bien, ¿merece la pena un curso intensivo de inglés? Sí, y no. Es decir, si lo que pretendemos es dominar el idioma, tanto hablado, como escrito y leído u obtener una titulación oficial, un curso intensivo de inglés de poco nos servirá. Sin embargo, si lo que deseamos es poder "defendernos"en inglés en un viaje de vacaciones que tenemos próximo o simplemente ampliar nuestros conocimientos de forma limitada para entender palabras, expresiones, que ya se han integrado en nuestro días a día, un curso intensivo de inglés será una buena opción para comenzar.
Por otro lado, si ya hemos estudiado inglés y somos capaces de mantener más o menos una conversación, un curso intensivo de inmersión en el inglés, de esos durante los cuales sólo se puede hablar inglés, nos resultará tremendamente beneficioso para perfeccionar el uso del idioma.
