Me ha gustado
entrevistar a Florentín Navarrete Moya porque,
como podréis ver más abajo, queda patente su entusiasmo y su amor a la
profesión de Consultor SAP.
Nacido en Úbeda y con perfil de programador originalmente, este
joven consultor ha sabido reunir en estos últimos años una sólida experiencia
profesional al lado de una ámplia formación en distintos módulos (FI; SD; ABAP;
HR/HCM…), además de dominar con soltura 3 idiomas (Español, Inglés e Italiano).
Dejando de lado los numerosos proyectos que le avalan me ha llamado la atención su especial interés por conciliar el lado técnico (informático o de sistemas por decirlo de alguna manera) con el lado de negocio y procesos empresariales puro y duro. Son realmente pocos los Consultores SAP que hoy en día ponen tanto empeño en ello.
Dejando de lado los numerosos proyectos que le avalan me ha llamado la atención su especial interés por conciliar el lado técnico (informático o de sistemas por decirlo de alguna manera) con el lado de negocio y procesos empresariales puro y duro. Son realmente pocos los Consultores SAP que hoy en día ponen tanto empeño en ello.
Os dejo con la
entrevista:
¿Tus primeros pasos en el mundo SAP?
Fue en la Universidad.
Tenía que presentar un trabajo sobre sistemas de información empresarial y un
profesor sugirió hacerlo sobre el mundo de los ERPs. Aunque me costó bastante
encontrar datos reales sobre SAP, no fue difícil decantarme por ellos.
Años más tarde tenía
muy claro que quería orientar mi carrera profesional hacia este mundo y pude
encontrar mi oportunidad en el grupo Accenture.
Si lo comparas con otros trabajos ¿qué valor añadido aporta el
trabajar como consultor SAP?
La mayor parte de las
veces un ingeniero informático se queda exclusivamente con la parte técnica de
los proyectos, sin ver la funcionalidad real de su trabajo. Esto me ocurría a
menudo trabajando como programador.
Dando el paso hacia la
consultoría SAP asumes la responsabilidad de adquirir conocimientos en
finanzas, en ventas, en nóminas, y por supuesto en todo lo que tenga que ver
con las nuevas tecnologías. El objetivo es poder así plantear mejoras en los
procesos o soluciones a problemas muy reales.
Desde hace varios años
trabajo con recursos humanos, y en cada empresa privada o administración pública
siempre aprendes algo nuevo.
¿Para qué hay tanta demanda de consultores SAP? ¿Tan pocos hay,
realmente?
Se juntan varios
factores. Es difícil llegar a un cierto nivel de conocimiento en un módulo de
SAP determinado. Dicho módulo puede tener más o menos demanda de consultores y
para seguir creciendo es vital estar dispuesto a sacrificar parte de tu vida
personal, ya que esto implica mucho esfuerzo y pasar tiempo fuera de casa. A
mucha gente no le gusta esto.
También hay que saber
tratar con el cliente, tanto consultoras como clientes finales. Tener la
“seniority” suficiente para afrontar situaciones de todo tipo.
¿Qué tiene que tener un aspirante a “Consultor SAP exitoso” para
conseguir su meta?
El inglés te puede
cerrar todas las puertas. Hay que hablarlo con soltura, esto es innegociable.
Hay que saber aprender de los errores, saber escuchar y pensar bien las cosas antes de hacerlas. Se debe trabajar bien en equipo, ser creativo cuando hay que serlo, ser pragmático, proactivo y adaptable, que no moldeable.
Hay que saber aprender de los errores, saber escuchar y pensar bien las cosas antes de hacerlas. Se debe trabajar bien en equipo, ser creativo cuando hay que serlo, ser pragmático, proactivo y adaptable, que no moldeable.
Tener la capacidad de
reciclarse y no dejar nunca de aprender. Esto debe formar parte de uno mismo,
no conozco a nadie que sea realmente bueno en lo suyo y que no le guste su
trabajo.
Coméntanos un poco de tu experiencia en SAP a nivel internacional.
Trabajando con ADP
tuve la oportunidad de trabajar para Ikea Suecia y Faurecia Francia. En
Accenture estuve asignado a un proyecto interno que se llevaba desde Chicago.
En mi último contrato trabajaba para un cliente español con un intermediario de
Londres y una “Umbrella Company” francesa.
Hoy en día es difícil
encontrar un proyecto de envergadura en el que no haya profesionales de varios
países, o que no se lleven desde varios puntos del mapa. Es habitual trabajar
con programadores de la India o de Sudamérica.
La globalización es un
hecho y se tiene que estar preparado para formar parte de ella. Para esto hay
que viajar, abrir la mente y escuchar a personas que piensan y viven de manera
muy diferente.
